El 28 de marzo de 2018, el condado de Mendocino, en California, fue escenario de una tragedia que sacudió al país: una familia de ocho integrantes, liderada por Jennifer Hart y su esposa Sarah Gengler, cayó desde un acantilado en lo que inicialmente parecía un fatal accidente.
Sin embargo, tras una exhaustiva investigación, se descubrió que las muertes de los seis hijos adoptivos de la pareja no fueron un accidente, sino un homicidio seguido de suicidio.
Jennifer y Sarah, originarias de Dakota del Sur, se conocieron mientras estudiaban en Northern State University y, después de años de relación, decidieron formar una familia.
En 2006, adoptaron a tres niños en Colorado, y en 2008 a otros tres más en Texas. A lo largo de los años, la pareja parecía vivir una vida idílica, compartiendo fotos felices en redes sociales de viajes y momentos en familia.
Sin embargo, esta fachada ocultaba una realidad llena de abusos y maltrato hacia los menores.
Abusos
En 2008, las señales de abuso empezaron a emerger cuando una maestra notó moretones en el brazo de Hannah, quien confesó que su madre Jennifer la había golpeado.
A pesar de las denuncias, la pareja optó por educar a sus hijos en casa, alejándolos de las autoridades.
En 2010, Abigail reveló a una vecina que había sufrido heridas a manos de las madres, lo que llevó a Sarah a ser condenada por agresión y a cumplir servicio comunitario.
Con el tiempo, la situación empeoró. En 2013, mientras vivían en Washington, se hicieron nuevas denuncias de abuso.
Vecinos contaron que Devonte había pedido ayuda en varias ocasiones por hambre, mientras que una de las niñas se presentó en su casa, aterrada, asegurando que era víctima de abuso.
Las autoridades abrieron una investigación, pero las sospechosas huyeron con los niños hacia California, donde ocurrió el fatal suceso.
Los hechos
El 28 de marzo de 2018, el vehículo de los Hart se precipitó desde un acantilado. Las primeras investigaciones apuntaban a un accidente.
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Sin embargo, los forenses determinaron que las muertes de los niños fueron causadas por homicidio, mientras que Jennifer estaba bajo los efectos del alcohol al momento del accidente.
Las investigaciones revelaron que las madres adoptivas habían buscado información sobre suicidio en Internet, lo que apuntaba a un plan premeditado.
El caso dejó al descubierto el sufrimiento de los seis menores, quienes fueron víctimas de un sistema de abuso y control extremo.
A pesar de la tragedia, el paradero de Devonte sigue siendo un misterio, y el caso continúa bajo investigación, especialmente en lo que respecta a la respuesta de las autoridades frente a las múltiples denuncias previas de maltrato.