María Fernanda Vázquez Valverde, de 31 años, falleció el pasado 25 de abril de 2025 en Guaymas, Sonora, luego de ser mordida por una araña violinista.
La joven se encontraba en el patio de su casa cuando fue atacada por el arácnido, conocido científicamente como Loxosceles. Según sus familiares, la mordedura le provocó un paro respiratorio.
De acuerdo con el relato de sus allegados, María Fernanda notó una sensación extraña en la piel y observó al animal sobre su cuerpo. Alarmada, pidió ayuda a sus padres, quienes la trasladaron de inmediato al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guaymas.
No obstante, aseguran que la atención médica fue tardía y deficiente, lo que derivó en un rápido deterioro de su salud y, finalmente, su fallecimiento.
Los familiares de la víctima denunciaron negligencia médica por parte del personal del hospital.
Aseguran que el tratamiento no fue oportuno ni adecuado, a pesar de que se trataba de una urgencia. «No se actuó con la rapidez necesaria, y eso le costó la vida», lamentaron públicamente.
La araña violinista es un arácnido de hábitos nocturnos, que se distingue por una marca en forma de violín en su parte delantera.
Aunque no suele atacar a humanos, su veneno es altamente tóxico y puede provocar daño severo en los tejidos, fiebre alta, complicaciones sistémicas y, en casos extremos como este, la muerte.
Especialistas en toxicología advierten que, ante la mordedura de este tipo de arañas, es vital actuar de inmediato: lavar la zona afectada con agua y jabón, aplicar hielo para reducir la inflamación y acudir sin demora a un centro médico especializado.
El tiempo de respuesta puede marcar la diferencia entre la recuperación y un desenlace fatal.