Redacción. Durante décadas, el Dr. David Farley fue una figura de confianza en la comunidad de Wilsonville, Oregón, atendiendo a múltiples generaciones de pacientes con un profesionalismo que le ganó un lugar respetado en la comunidad.
Sin embargo, esa imagen de confianza y dedicación se ha visto gravemente empañada por acusaciones estremecedoras.
Decenas de mujeres han denunciado que, además de cumplir con sus responsabilidades médicas, Farley abusó sexualmente de ellas durante consultas en su clínica.
Estas denuncias han sacudido a la comunidad y desencadenado una investigación que cuestiona la verdadera naturaleza de su legado profesional
Tres mujeres revelaron a CNN que sufrieron violencia sexual a manos de su médico de familia.
Una investigación sobre acusaciones similares de otras mujeres llevó a que le revocaran la licencia.
Decenas de mujeres dijeron haber sido víctimas de violencia, a menudo varias veces, sin embargo, para sorpresa de los supervivientes, el gran jurado concluyó que no había pruebas suficientes para acusarlo.
Por lo que no se presentaron cargos penales en su contra, la solicitud de intervención del Fiscal General del estado no resultó en nuevos cargos.
Sin embargo, las mujeres prometieron continuar la lucha. “Ver los rostros de estas mujeres y escuchar un poco de sus historias fue una motivación adicional para seguir adelante”, dijo Kathy Medley, una de las víctimas.
El doctor familiar, David Farley es una presencia constante en la comunidad de Oregón donde creció Nicole Snow, otra de las perjudicadas.
«Lo veía todos los domingos en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el centro, donde era un miembro veterano y respetado de la comunidad», dijo Snow.
Asimismo, agregó: “Recuerdo vívidamente que cuando era adolescente, él solía perseguirnos a mí y a mis amigos por la iglesia», relató.
«Nos arrinconaba y nos decía: «Oye, deberías venir, contó una de las víctimas. Durante años, Snow no expresó sus preocupaciones sobre Farley.
Entonces, cuando comenzó a tener dolores de estómago a los 15 años, era natural que su madre la llevara al médico.
Farley ha satisfecho las necesidades de atención médica de generaciones de pacientes en West Linn Family Health Center en la comunidad cercana.
Su posición en la Iglesia atrajo a muchos miembros de la comunidad a su práctica, pero también fue un pilar de la comunidad en general.
Snow, que ahora tiene 32 años, dijo: “Desde la primera visita, supo manipular a mi madre y ponerla en una determinada posición en la habitación sin que ella supiera lo que estaba haciendo con sus manos”.
En 2009, Snow cumplió 18 años y tuvo su primera cita sin su madre. Aunque todavía no era sexualmente activa, Farley recomendó un procedimiento para «hacer que el sexo fuera más placentero».
“Simplemente dijo que quería ganarme algo de tiempo”, dijo.
Cuando Snow se negó, intentó persuadirla nombrando a amigos que se habían sometido al procedimiento.
Luego se volvió agresivo. «Fue realmente aterrador», dijo.
Cancelación de licencia
Luego, en el verano de 2020, su hermano la llamó y le dijo: Farley se jubilaba y Snow no era la única víctima.
La Junta Médica de Oregón (OMB) suspendió su licencia después de recibir informes de su conducta e inició una investigación.
En septiembre de 2020, la OMB descubrió que Farley incurrió en «conducta poco profesional o injusta» hacia múltiples pacientes.
Donde las autoridades incluyeron conducta sexual inapropiada y negligencia, al «solicitar o realizar pruebas que sean innecesarias».
Mudanza forzada
Sin una licencia, Farley no podía ejercer la medicina en Oregón y se mudó a Idaho en 2020, donde aceptó brevemente un trabajo como asistente de maestro en una escuela pública.
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Las autoridades locales fueron notificadas de la investigación sobre West Lynn y la escuela lo despidió después de un día de clases citando «información inexacta en la solicitud».
En 2022, Farley se mudó a la pequeña ciudad de Nephi, Utah, donde el alcalde era Glade Nielson, un viejo amigo de sus días juntos como misioneros en Japón.
Nielson confirmó a CNN que Farley sigue siendo miembro de la iglesia local y asiste semanalmente.
Su demanda fue modificada varias veces para incluir a mujeres, niñas, hombres y niños que afirmaron haber sufrido violencia a manos de Farley. El número actual de demandantes es 128.