Mandalay, la antigua capital real de Myanmar y una de sus ciudades más emblemáticas, quedó reducida a escombros tras el terremoto de magnitud 7.7 que sacudió la región el pasado viernes.
Lo que una vez fue un centro cultural y religioso resplandeciente, hoy es un paisaje de destrucción y muerte, con miles de víctimas fatales y un número aún indeterminado de desaparecidos.

Desastre y caos en las calles
El número de muertos ha superado los 2.700 y continúa en aumento, según informó el jefe militar de Myanmar.
Miles de personas han resultado heridas y cientos siguen desaparecidas. En las calles, la desesperación y el miedo son palpables.
Los residentes de Mandalay han pasado noches sin dormir, deambulando en busca de refugio mientras escasean los alimentos y el agua potable.
J, una joven de 23 años que prefirió no revelar su nombre completo, relató cómo su tía quedó atrapada bajo los escombros y su cuerpo no fue recuperado hasta dos días después del desastre.
“Se han acumulado tantos cadáveres que han tenido que ser incinerados en masa”, señaló.

Obstáculos en las labores de rescate
Las tareas de rescate han sido obstaculizadas por la precaria infraestructura del país y la guerra civil en curso.
Testimonios de sobrevivientes denuncian la falta de coordinación entre las autoridades y la lentitud en la llegada de ayuda humanitaria.
Pablo Rodríguez, conductor de transporte que participó en la distribución de suministros electorales antes del desastre, describió la crisis como un “descontrol total” y acusó a las fuerzas de seguridad de no actuar con la rapidez necesaria.
“Nos dejaron solos en medio del caos. No había conexión con ninguna autoridad”, afirmó.
Esfuerzos de rescate y aumento de víctimas
Las cifras oficiales de fallecidos podrían ser significativamente mayores. El Servicio Geológico de Estados Unidos estima que el número de muertos podría superar los 10.000, dado el impacto del sismo y la densidad poblacional de la zona afectada.
Los bomberos han logrado rescatar a 403 personas en los últimos cuatro días y han recuperado 259 cuerpos.
Sin embargo, el trabajo de los rescatistas se ha visto limitado por la falta de recursos y personal, ya que muchos ciudadanos han huido del país para evitar el reclutamiento forzoso por parte de la junta militar.

El impacto en la comunidad
El terremoto ha afectado gravemente a los más vulnerables. Un pastor local relató cómo su hijo de ocho años ha roto en llanto varias veces tras presenciar la destrucción de su barrio.
“Ayer vimos cómo sacaban cuerpos de los edificios derrumbados”, comentó Ruate, un residente de la zona de Pyigyitagon. “Nos sentimos desesperados e impotentes”.
Un monje, que vive cerca del condominio Sky Villa—uno de los edificios más afectados—, señaló que si bien algunos sobrevivientes fueron rescatados, la mayoría de los cuerpos que se han recuperado en las últimas 24 horas estaban sin vida.
“Todavía quedan muchos cadáveres dentro, creo que más de 100”, lamentó.

Reacción internacional y críticas a la junta militar
Ante la magnitud de la tragedia, Myanmar declaró una semana de luto nacional. La junta militar ordenó que las banderas ondearan a media asta y pidió a los medios de comunicación suspender sus transmisiones en señal de respeto.
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A pesar de la crisis, las autoridades han impuesto restricciones al acceso de trabajadores humanitarios a las zonas más afectadas.
Medios locales han denunciado que el ejército exige listas detalladas de voluntarios y suministros antes de permitir la entrada de ayuda.
Human Rights Watch y Amnistía Internacional han instado a la junta a garantizar el acceso inmediato de la ayuda humanitaria.
“La junta debe romper con sus atroces prácticas pasadas y asegurar que la asistencia llegue a quienes más la necesitan”, declaró Bryony Lau, subdirectora de Human Rights Watch para Asia.
Mientras tanto, la población de Mandalay sigue luchando por sobrevivir en medio del desastre, con la esperanza de que la ayuda llegue antes de que la situación empeore aún más.
Mandalay airport significantly damaged after 7.7 magnitude earthquake hits central Myanmar.
The epicenter of the quake was registered by the United States Geological Survey (USGS) as 16 km north-northwest of Sagaing at 1:20 PM local time, at a depth of 10 km. It also said the… pic.twitter.com/58SLIuawYm
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