Madrid. El presidente del Congreso Nacional de Honduras, Luis Redondo, aseguró este viernes en Madrid que él «nunca negociará» para «favorecer a estructuras que están ligadas al crimen organizado».
Redondo participó hoy en la Tribuna organizada por EFE y Casa de América, donde opinó sobre la lucha contra esos dos males endémicos en Honduras.
«En el Congreso en el que yo estoy se pagaban 387 millones de lempiras hondureñas para que la matriz mediática pudiera manejar el discurso que se hacía desde allí», dijo.
Asimismo, explicó: «cuando nosotros llegamos al Congreso, evitamos que se rompiera el orden constitucional en el país», detalló.
Ese día el Congreso hondureño nombró dos presidentes del Congreso Nacional de Honduras en ceremonias separadas.
Dieciocho diputados disidentes del partido de Castro, Libertad y Refundación (Libre), con apoyo de formaciones de derecha, eligieron a Jorge Cálix como presidente del Congreso.
Mientras que en paralelo, congresistas de Libre leales a Xiomara Castro nombraron a Luis Redondo.
Redondo: Sin antecedentes de corrupción
Para el presidente del Congreso Nacional de Honduras «es natural que ellos sigan con su discurso», sostuvo.
Además, el presidente del parlamento, aseguró que en su oficina le dicen Presidente, pero «públicamente dicen otra cosa».
Para Redondo, «es más un tema político para poder afectar, pero no van a encontrar conmigo ninguna crítica de corrupción, de narcotráfico, o de otro tipo».
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Amenazas de muerte
En cuanto a las presuntas amenazas de muerte de su parte denunciadas, por ejemplo, la jueza Karla Romero, el presidente del Congreso Nacional de Honduras negó que existieran.
«A mi me sorprendió porque hubo una persona que llegó a mencionar que le habían destruido su vehículo, y me vi en la necesidad, no es cómodo para mí, de poner los videos en los que se ve que era un camión de basura que había tenido un incidente con esto», indicó.
Además, describió esas supuestas amenazas como «denuncias infundadas que quieren hacer una imagen diferente, que si es necesario las aclaramos. EFE