Nueva York, Estados Unidos. Luigi Mangione, acusado del asesinato del CEO de UnitedHealthcare, se encuentra recluido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn, una prisión federal que ha sido descrita como un «infierno en la Tierra».
Este sombrío establecimiento, donde también cumple condena el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha albergado a una larga lista de figuras públicas y personalidades controvertidas.
Mangione comparte celda con el rapero Sean «Diddy» Combs, y ambos se unen a una lista de famosos que han experimentado las duras condiciones de esta prisión.
Entre ellos se encuentran el ex asesor del presidente Trump, Michael Cohen, el cantante R. Kelly, la ‘socialité’ Ghislaine Maxwell y el ex niño prodigio de las criptomonedas Sam Bankman-Fried.
Incluso el presunto líder del cartel de Sinaloa, Ismael «El Mayo» Zambada García, espera juicio en estas instalaciones.
El MDC, la única cárcel federal de Nueva York, ha sido objeto de numerosas denuncias por las condiciones inhumanas a las que son sometidos los reclusos.
Los relatos de quienes han estado allí hablan de celdas sucias y hacinadas, comida en mal estado, falta de calefacción y violencia entre internos.
Cohen describió la prisión como un lugar «repugnante» y «horrible», donde los reclusos se despiertan en camas de acero sin colchones adecuados y pasan gran parte del tiempo encerrados en celdas pequeñas.
La prisión ha sido escenario de varios incidentes graves, como el suicidio de Jeffrey Epstein en 2019 y numerosos apuñalamientos.
Estos hechos han puesto de manifiesto las deficiencias del sistema penitenciario federal y han generado una creciente preocupación por el trato que reciben los reclusos.
Una investigación del Departamento de Justicia reveló que la Oficina de Prisiones no contaba con «planes de contingencia adecuados» para abordar las condiciones de vida en el MDC.
CASO
Además, una demanda colectiva interpuesta por los reclusos resultó en una indemnización de millones de dólares por las condiciones inhumanas a las que fueron sometidos.
El abogado de Mangione, Marc Agnifilo, reconoció ante el tribunal que la cárcel es «un lugar muy difícil para estar preso».
Esta declaración refleja la realidad que enfrentan muchos de los reclusos del MDC, quienes se ven obligados a convivir en un entorno hostil y degradante.
El caso de Mangione y su reclusión en el MDC pone de manifiesto las condiciones extremas a las que pueden ser sometidas personas acusadas de delitos graves, incluso antes de ser condenadas.
La historia de esta prisión y de sus inquilinos más famosos sirve como un recordatorio de la importancia de garantizar el respeto a los derechos humanos de todos los presos, independientemente de su fama o de los delitos que se les imputan.