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jueves, julio 10, 2025

La ocasión…

Este fin de semana pasado se hizo viral un video donde podemos ver a una mujer de cabello claro cuando se le va encima a un policía que está por inmovilizar su vehículo mal estacionado. Esto en la Ciudad de México.

La manera en la que esta persona reacciona ante la posible sanción es de verdad desproporcionada y vergonzosa, vocifera toda clase de insultos al oficial de tránsito que la está grabando y la llama (luego que ella le grita una palabra con toda la intención de ofender), él la llama racista y ella grita que efectivamente sí, que odia a todos los que son como él, con un vocabulario tan soez como pueda ser.

Para colmo de males, está acompañada de sus dos hijos adolescentes quienes también intervienen, con la misma actitud de la madre.

La gente alrededor no dudó en grabar todo lo sucedido y las redes sociales no tuvieron compasión con esta mujer, bautizándola como “lady racista”.

El gobierno de la ciudad emitió un comunicado condenando esta conducta, también se publicaron documentos que decían que había muchas multas de tránsito sin pagar, que el carro no tenía tarjeta de circulación ni ella licencia de conducir.

Incluso la presidenta mexicana ha debido mencionar el incidente reprobándolo y asegurando que se van a tomar medidas al respecto no solo por el irrespeto a las autoridades que están para hacer que se cumplan las leyes del país, sino también por la actitud racista, discriminatoria y clasista de alguien que además resultó ser extranjera. Algo irrelevante si se toma en cuenta que estas actitudes no deben ser toleradas a nadie.

Esta manera de ver y tratar a los otros por creer que son inferiores ya sea por su estatus social, por su género, preferencia sexual o por su raza, no es algo con lo que se nazca, es algo que se aprende.

Como bien lo están aprendiendo los dos hijos de esta mujer, como bien lo aprendió ella a su vez, de los adultos que formaron parte de su crianza.

Hace poco el exesposo de la mencionada salió a pedir una disculpa en nombre de su hijo (uno de los chicos que la acompañaban).

Admitió sentir vergüenza por su conducta insinuando que no ha sido de él de quien la ha aprendido, entre otras cosas que expone luego de que esto se hizo tan público.

Uno se pregunta, quiénes de esas familias tan llenas de prejuicios e ideas preconcebidas se atreverá a romper las cadenas de odio y amargura que vienen arrastrando desde quién sabe dónde, desde quién sabe cuándo.

Ahora, tratemos de imaginar al mismo trío tratando de hacer lo mismo con un oficial de Policía de primer mundo, en un país de primer mundo. Seguro que las cosas hubiesen sido muy diferentes, si es que se hubieran atrevido.

Porque está claro una vez más que “la ocasión hace al ladrón” y que “en arca abierta, hasta el más justo peca”

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
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