25 C
Honduras
jueves, mayo 8, 2025

¿La felicidad?

“ASÍ nos ven los amigos diplomáticos – mensaje de la leída amiga– pasivos y en general personas con buen corazón (lo dicen al excusar la falta de diligencia que perciben en nosotros)”. “El ejemplo está genial, je, je, je”.

La amiga doctora: “Buenos días, me ha alegrado el día con esas moralejas, tan certeras y que reflejan la forma de pensar del ser humano, nos quejamos de las goteras y no hacemos nada para repararlas”. “El cambio de actitud es esencial para lograr verdaderas transformaciones”.

“Gracias por su editorial siempre educativo”. La periodista amiga: “Por eso Dios nos dio sentido común, pero, bueno, no es tan común como parece”. Una paseadora de chuchitos: “Están buenas esas historias, las del náufrago me la contaba mi mami”. “Es impresionante lo que describe –mensaje de un lector– sobre la influencia en la química del cuerpo”.

Alusivo a esto: “La adicción a las plataformas tecnológicas de Silicon Valley, como a redes sociales, motores de búsqueda y aplicaciones de entretenimiento, puede tener efectos significativos en el sistema neurológico y cognitivo de los usuarios”. Efectos neurológicos. “Las plataformas están diseñadas para proporcionar recompensas intermitentes (likes, notificaciones, mensajes), lo que activa el sistema de recompensa del cerebro y libera dopamina”.

“Esto puede generar una dependencia similar a la de otras adicciones, como las sustancias químicas”. Cambios en la plasticidad cerebral: “El uso excesivo de estas plataformas puede alterar la estructura y función del cerebro, especialmente en áreas relacionadas con la atención, la memoria y el control de impulsos”.

“La exposición constante a estímulos digitales puede saturar el sistema de recompensa, reduciendo la sensibilidad a estímulos naturales y generando una necesidad de estímulos cada vez más intensos”.

Efectos cognitivos: Disminución de la atención sostenida: “La exposición constante a flujos de información rápidos y fragmentados puede reducir la capacidad de concentración y la habilidad para realizar tareas que requieren atención prolongada”.

Pérdida de memoria a corto plazo: “La multitarea digital y el consumo excesivo de información pueden afectar la capacidad de retener y procesar información nueva”. Dificultad para discernir información veraz: “La exposición a información falsa o manipulada puede afectar la capacidad crítica y la habilidad para distinguir entre hechos y opiniones o desinformación”.

Pensamiento polarizado: “Los algoritmos que promueven contenido extremo o polarizante pueden reforzar sesgos cognitivos, limitando la exposición a perspectivas diversas y fomentando el pensamiento dicotómico”.

Deformación cultural: “Las plataformas tecnológicas pueden homogenizar o distorsionar las culturas locales al promover contenidos globalizados que no siempre reflejan los valores o tradiciones de las sociedades”.

Instigación de conflictos: “Algoritmos que priorizan contenido emocional o controvertido pueden exacerbar divisiones sociales, fomentar discursos de odio y aumentar la polarización”.

Aislamiento social: “A pesar de estar «conectados», los usuarios pueden experimentar soledad y aislamiento debido a la falta de interacciones significativas”.

Ansiedad y depresión: “La comparación social constante, el ciberacoso y la presión por mantener una imagen idealizada en línea pueden contribuir a problemas de salud mental”.

Pérdida de habilidades sociales: “La dependencia de la comunicación digital puede reducir la capacidad para interactuar cara a cara y desarrollar empatía”. (La razón de las historias –entra el Sisimite– la indiferencia de indolentes que no hacen nada, aun sabiendo que algo les perjudica.

Como el cuento del boca abierta que al prender su carro notó que se encendió la luz de advertencia del motor. Se quejó con el amigo que llevaba de pasajero: -“Esto es un problema. Creo que algo está mal”. -“¿Vas a llevarlo al mecánico?”. -“No, voy a ponerle una cinta negra encima para no verla, tal vez el problema desaparece”. -O esta otra –interviene Winston– del iluso que pasó su vida entera viajando y quejándose de que no encontraba la felicidad.

Al final de sus días, subió a una montaña sagrada y preguntó: -“Maestro, ¿dónde está la felicidad? He buscado por todo el mundo”. Una voz le respondió: -“¿Has probado buscarla en ti mismo en lugar de esperar que te la entreguen?”. El hombre frunció el ceño y suspiró: -“Es que eso suena a mucho trabajo”).

Más Noticias de El País