Una serie de intensos ataques con drones y misiles lanzados por Rusia durante la noche del jueves al viernes ha sido calificada como el mayor asalto aéreo contra Kiev desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, según informaron las autoridades ucranianas.
El bombardeo dejó al menos 23 personas heridas y provocó graves daños en múltiples distritos de la capital ucraniana, tras siete horas consecutivas de explosiones, sirenas y caos.
«Fue una noche dura y sin insomnio», expresó el presidente Volodymyr Zelenskyy, mientras la ciudad aún evaluaba la magnitud del daño.
Las explosiones iluminaron el cielo nocturno y el sonido de los drones sobrevolando Kiev mantuvo en vilo a la población, que se refugió en sótanos y estaciones de metro.
La fuerza aérea ucraniana reportó que Rusia lanzó 550 drones y misiles en todo el país, la mayoría del tipo Shahed, además de 11 misiles, en un nuevo intento de quebrar las líneas defensivas ucranianas a lo largo de los 1.000 kilómetros del frente.
Una de las afectadas, Alya Shahlai, fotógrafa de bodas de 23 años, relató que su vivienda fue destruida.
“Bajamos al refugio apenas 10 minutos antes de la explosión. Las luces se apagaron y la gente entró en pánico”, contó a la agencia AP.
El ataque coincidió con una llamada telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario ruso, Vladímir Putin.
Zelenskyy interpretó el momento como una señal deliberada de que Moscú no tiene intención de detener la guerra. Trump, por su parte, reconoció no haber logrado avances hacia un alto al fuego y calificó la conversación con Putin como «muy decepcionante».
Pese a los ataques, Ucrania y Rusia realizaron un nuevo intercambio de prisioneros, aunque no se reveló el número de soldados involucrados.
Según Zelenskyy, muchos de los ucranianos liberados estaban en cautiverio desde 2022 y presentaban heridas o enfermedades graves.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que el bombardeo apuntaba a fábricas de drones en Kiev, mientras que el gobierno ucraniano lo calificó como un “acto deliberado de terror”.
Las regiones de Dnipropetrovsk, Sumy, Járkiv, Chernihiv y la provincia de Kiev también sufrieron daños.
El Ministerio de Economía de Ucrania denunció una “destrucción masiva en el corazón de la capital”, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores describió la noche como “una de las peores hasta ahora”.
El Pentágono, por su parte, suspendió temporalmente algunas entregas clave de ayuda militar a Ucrania, incluidos misiles de defensa aérea, lo que ha generado preocupación ante la escalada de ataques rusos.
Según datos oficiales, en junio Rusia lanzó un récord de 5.438 drones y más de 330 misiles, incluidos 80 balísticos, contra territorio ucraniano.
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