“CONOZCO la versión –mensaje de la leída amiga– de Mickey Mouse en Fantasía 2000”. “Leerlo es así como quien entiende el mito de Sísifo en la canción de cuna «The itsy bitsy spider» (en español Incy Wincy Araña)”.
Alusivo a este retazo de la “Escoba Embrujada”: (En la introducción de su libro
Nexus, Harari ofrece un prisma de sus vaticinios, respecto a la influencia que ejercerá la Inteligencia Artificial, con poder para construir o para destruir –no que acá en este público desentendido de todo lo que ocurre en el mundo y a su alrededor inquieten estos fenómenos que influyen, para bien o para mal, en el destino de la humanidad– con la siguiente metáfora:
“En 1797, el escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe escribió un poema que capta una visión persistente de la relación entre la información y el poder.
“El aprendiz de brujo”: “La historia cuenta la travesura de un aprendiz de magia que, en ausencia de su maestro, decide usar los hechizos que ha aprendido para facilitarse el trabajo”.
“Su objetivo es hacer que una escoba mágica lleve agua por él, liberándolo de la tediosa tarea de acarrear cubetas”.
“Una vez que la escoba comienza sus faenas, el aprendiz se da cuenta de que no sabe cómo detenerla”. “Desesperado, con un hacha, intenta romperla en pedazos, pero cada
trozo se regenera en una nueva escoba que sigue trayendo agua”.
“La situación se descontrola por completo hasta que, finalmente, regresa el maestro, anula el hechizo y restablece el orden”. “Es el brujo, cuando se percata de lo que ha hecho su aprendiz, quien utiliza su magia para deshacer el caos”.
“El aprendiz de brujo” (Der Zauberlehrling) la balada de Goethe. (Presentamos la traducción de Guillermo Romero von Zeschau, de esta obra clásica de la literatura alemana):
“¡El viejo maestro brujo/ Al fin se ha marchado!/ Y harán sus espíritus ahora/ También lo que yo les diga./ Sus palabras y conjuros/ Yo recuerdo cómo usar,/ Y con la fuerza de mi mente/ Yo también haré prodigios./
¡Vengan olas, vengan/ Por el sendero breve,/ Que llegue a destino/ El agua que
fluye,/ Y en ricos y cargados torrentes/ Sea derramada en la bañera!/ ¡Yvení vos, escoba vieja!/ ¡Tomá el delantal de harapos!/ Mucho tiempo has sido sierva;/ ¡Vas a cumplir lo que te digo!/ Que te pares en dos piernas,/
Que te surja una cabeza,/ ¡Y de prisa, vamos ya,/ Con el cuenco de agua!/ ¡Vengan olas, vengan/ Por el sendero breve,/
Que llegue a destino/ El agua que fluye,/ Y en ricos y cargados torrentes/ Sea derramada para el baño!/ ¡Miren cómo baja hasta la orilla!/ ¡No puede ser! Ya está en el río;/ Y aquí, veloz como relámpago,/ Viene a descargar, expeditiva./
/¡Yava por segunda vez!/ ¡Cómo los deja llenos!/ ¡Cómo en cada cuenco/ Trae agua
rebosante!/ ¡Quieta, quieta!/ Pues ya tus dones/ Los comprendimos/ Por completo –/ ¡Ay, no me sale! ¡Ay, ay!/ ¡Se me olvidó la palabra!/