David Montecinos, el joven que se viralizó en redes sociales tras confrontar e insultar a la estudiante de medicina, Floridalia Aguilar, quien protestaba en traje de baño, ha ofrecido disculpas públicas por su comportamiento.
No obstante, ha denunciado que actualmente enfrenta amenazas de muerte y ataques por su orientación sexual.
En un comunicado divulgado el 1 de mayo a través de sus redes sociales, Montecinos reconoció que «excedí mi comportamiento, perdí el control al confrontar a una persona que ejercía el derecho a la protesta».
Si bien expresó su respeto hacia la postura de Floridalia Aguilar, aclaró que mantiene firme su propia opinión sobre la protesta.
El caso ha tomado un giro más delicado luego de que Montecinos revelara que ha sido víctima de una campaña de odio.
En su mensaje, denunció que se ha puesto en evidencia su orientación sexual y que ello ha desatado una serie de amenazas que ponen en riesgo su integridad:
“Me reconozco como un hombre gay… hoy pongo en evidencia una apología de odio que pone en riesgo mi vida”, escribió.
En una segunda comunicación difundida este viernes, Montecinos reiteró su pedido de disculpas, pero también hizo un llamado urgente a las autoridades para que le brinden protección.
“Como servidor público y como ciudadano, debo y quiero asumir mi responsabilidad por ese acto. Pero me encuentro en la necesidad de subir la voz hoy no sólo para decir disculpas, sino también para pedir ayuda frente a un peligro serio que pone en riesgo mi vida”.
El joven sostuvo que su error no debe ser utilizado como excusa para fomentar la violencia ni discursos discriminatorios.
“Mi error no puede ni debe ser excusa para justificar una persecución que reproduce discursos de odio, criminaliza mi existencia como hombre gay y vulnera mi derecho a la vida”.
Montecinos solicitó a las autoridades investigar las amenazas recibidas y garantizar su seguridad y la de su familia.
“A quienes se sintieron ofendidos por mis palabras, nuevamente les ofrezco mis disculpas”, concluyó.
El incidente ha reabierto el debate público sobre los límites de la protesta, la libertad de expresión y la protección de los derechos humanos, en particular de las personas LGBTIQ+ en contextos de alta polarización social.
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