Dillon Reeves, estudiante de séptimo grado en la ciudad de Warren, se convirtió en un verdadero héroe al tomar el control de un autobús escolar en movimiento después de que el conductor perdiera el conocimiento.
El incidente ocurrió, cuando Reeves regresaba a casa desde la escuela Carter junto a otros 65 compañeros.
Mientras el autobús transitaba por Masonic Boulevard, el conductor comenzó a sentirse mal. Aunque logró informar a la oficina de transporte, la ayuda no llegó a tiempo.
Las cámaras de seguridad instaladas dentro del vehículo mostraron cómo, minutos después, el hombre se descompensó y dejó de controlar el volante.
Los gritos de los estudiantes no se hicieron esperar, pero en medio del caos, Dillon actuó con increíble rapidez y determinación.
Dejó caer su mochila, corrió hacia la parte delantera del vehículo, tomó el volante y accionó el freno de emergencia.
Gracias a su intervención, el autobús se detuvo de manera segura a un costado de la vía, evitando lo que podría haber sido una tragedia.
“Fue un acto de valor extraordinario. Dillon supo exactamente qué hacer. Logró frenar lentamente el autobús, lleno de pasajeros, sin causar lesiones”, declaró el superintendente del distrito escolar Warren Consolidated Schools, Robert D. Livernois. También destacó que ninguno de los estudiantes resultó herido.
Tras asegurar el vehículo, Dillon pidió a sus compañeros que llamaran al 911 para auxiliar a la conductora, que permanecía inconsciente.
Momentos después, los servicios de emergencia llegaron al lugar, ayudaron a evacuar a los estudiantes por la puerta trasera y trasladaron al conductor a un hospital.
El gesto heroico de Dillon no solo sorprendió a las autoridades escolares, sino también a su familia. Su padre lo describió como “un pequeño héroe” y atribuyó su reacción al destino:
“Jesús tuvo todo que ver con la valentía y la rápida respuesta que Dillon demostró hoy”.
Por su parte, su madre, Ireta, contó que cuando le preguntaron cómo sabía qué hacer, el niño respondió que simplemente había aprendido observando todos los días cómo conducía la chofer.
Desde muy pequeño, Dillon ha mostrado interés por conducir. Su padre recuerda que desde los 4 años lo sentaba en su regazo para enseñarle a manejar en caminos rurales, lo que desarrolló su habilidad y confianza al volante.
En reconocimiento a su acción, los vecinos de Warren decoraron la entrada de su casa con globos y un gran cartel que decía “héroe”.
Además, el Departamento de Policía local anunció que preparan un homenaje especial para premiar su valentía.
La historia de Dillon Reeves se ha viralizado en redes sociales y medios de comunicación, convirtiéndose en un ejemplo de valentía, madurez y presencia de ánimo en una situación de alto riesgo.
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