San Pedro Sula, Honduras. Este sábado 21 de diciembre, a las 3:21 de la madrugada, Honduras dio la bienvenida al invierno.
El solsticio de invierno marca oficialmente el inicio de la estación fría en el hemisferio norte y el comienzo del verano en el sur.
Este fenómeno astronómico ocurre cuando la Tierra alcanza el punto de su órbita en el que un polo está más inclinado hacia el Sol que el otro.
En Honduras, como en el resto del hemisferio norte, el solsticio de invierno se caracteriza por ser el día con menos horas de luz solar y la noche más larga del año.
Según el meteorólogo Víctor Ortega del CENAOS, hoy tendremos solo 11 horas con 17 minutos de luz solar en Tegucigalpa, mientras que la noche se extenderá por 12 horas y 43 minutos.
A partir de sábado, los días comenzarán a alargarse gradualmente. Lo que significa que habrán más horas de luz solar y menos horas de oscuridad hasta llegar al solsticio de verano en junio de 2025.
Declaran alerta amarilla por 48 horas en dos departamentos de Honduras
Este cambio gradual en la duración de los días y las noches se debe al movimiento de la Tierra alrededor del Sol.
El solsticio de invierno también trae consigo cambios en las temperaturas, especialmente en las zonas montañosas de Honduras como Intibucá, Lempira y La Paz.
Se espera que las noches sean un poco más frías durante los próximos meses, pero no se pronostican heladas ni condiciones climáticas extremas.
Más allá de su significado astronómico, el solsticio de invierno tiene una gran importancia cultural y espiritual para muchas sociedades alrededor del mundo.
A lo largo de la historia, diversas culturas han celebrado este evento como un momento de renovación y esperanza, marcando el regreso de la luz y el inicio de un nuevo ciclo.
En Honduras, aunque no se celebren rituales ancestrales, el solsticio de invierno nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y la belleza de los ciclos naturales.
Es una oportunidad para apreciar la naturaleza y disfrutar de las tradiciones propias de esta época del año.