Redacción. Después de que un empleado de la selección brasileña tirara a un gato durante una rueda de prensa con Vinicius Junior en el Mundial de Qatar, la selección sudamericana ha sufrido lo que muchos catalogan como «la maldición del gato».
Para algunos, será una conexión kármica, para otros, es sólo una coincidencia. Lo cierto es que la Canarinha no ha sido la misma desde la Copa América que ganaron en 2019.
Un acto específico tuvo lugar en el estadio Ciudad de la Educación, ubicado en la ciudad de Ryan, donde el delantero del Real Madrid compartió sus impresiones de cara a los cuartos de final del Mundial ante Croacia.
Entonces, el jefe de la oficina de prensa de la delegación sudamericana, Vinicius Rodríguez, agarró al gato por el lomo y lo arrojó despectivamente al suelo.
🇧🇷 Brasil sigue pagando haber maltratado a este gato en Qatar 🇶🇦 2022
Los gatos son seres supremos.
¡Nunca más ganarán nada! pic.twitter.com/KCzEXCSTaW
— Saque Amargo (@SaqueAmargoX) July 7, 2024
Una decisión que tuvo graves consecuencias incluso para las personas más supersticiosas.
Mala racha tras lamentable trato al gato
La primera señal fue el gol de Bruno Petkovic al final de la segunda prórroga, que acabó en penaltis.
Posteriormente, los lanzamientos fallidos de Rodrygo y Marquinhos provocaron la eliminación de la competición, continuando la pesadilla del deporte.
La salida del experimentado estratega después de seis años en el cargo no significó que la verdeamarela fuera por un buen rumbo; Sostienen que Brasil ha seguido el camino del desencanto y la desilusión.
La selección sub-20 tampoco logró llegar a los cuartos de final del Mundial de Argentina, y la derrota ante Israel marcó el fin de las esperanzas de gloria de una generación.
La situación fue similar al torneo Sub-17 de Indonesia, aunque en Asia el golpe fue aún más doloroso cuando la Albiceleste le cortó las alas a la Canarinha en un día memorable para el Diablito Echeverri.
Lesión de Neymar JR
La serie de tristes acontecimientos en Brasil continúa con la grave herida del máximo representante del país.
Neymar, que atraviesa un largo período de recuperación, se rompió el ligamento cruzado anterior y el menisco de la rodilla izquierda en la derrota de Brasil por 2-0 ante Uruguay.
El delantero no pudo participar en la Copa América disputada en Estados Unidos, y para el cinco veces campeón del mundo la octava ronda volvió a ser el límite. Y una vez más la selección uruguaya se convirtió en su verdugo.
«Lo siento, Brasil, este gato tiene amigos fuertes», dicen los fanáticos que creen en maldiciones y hechizos. Mientras tanto, una potencia mundial acostumbrada a la victoria lleva muchos años sumergida en la tristeza.