Redacción. – Una directora de escuela privada y una empleada en el estado de Maharashtra, India, han sido arrestadas y destituidas de sus cargos tras un incidente impactante donde al menos diez alumnas, con edades entre 10 y 15 años, fueron presuntamente obligadas a desnudarse.
La grotesca medida fue tomada en un intento de identificar a la responsable de una mancha de sangre encontrada en un baño, desatando indignación y reabriendo el debate sobre el estigma menstrual en el país.
El incidente, que tuvo lugar esta semana en el distrito de Thane, se desencadenó cuando el personal de la escuela privada descubrió sangre en uno de los baños. En lugar de abordar la situación con sensibilidad, se procedió a un interrogatorio coercitivo y un examen físico humillante a las estudiantes.
Una de las madres afectadas relató con angustia a la prensa local: «Mi hija llegó a casa temblando. Me contó que la obligaron a quitarse la ropa en el baño delante de otras estudiantes. Esto no es disciplina, es acoso mental».
Este caso no es un hecho aislado. La India ha sido escenario de incidentes similares que reflejan la profunda arraigo del tabú en torno a la menstruación.
En 2020, más de 60 estudiantes de un internado en Gujarat fueron forzadas a desfilar y desnudarse para «demostrar» que no estaban menstruando.
In a school in Thane, Maharashtra, female students from classes 5 to 10 were forced to remove their clothes to check whether they had their periods after blood stains were found in the washroom.
The school principal, along with other staff members, conducted this. Strict action… pic.twitter.com/zmgObI0Vzr
— Dr. Shama Mohamed (@drshamamohd) July 10, 2025
Antecedente
Aún más trágico, en 2017, una niña de 12 años se suicidó en Tamil Nadu después de ser supuestamente avergonzada por su profesora en clase debido a una mancha de sangre en su uniforme.
Estos actos de humillación y abuso tienen sus raíces en un profundo estigma cultural que asocia la menstruación con la «impureza» en el sur de Asia, especialmente en áreas rurales. Esta creencia ancestral ha llevado a prácticas discriminatorias y dañinas que afectan gravemente la vida de mujeres y niñas.
En numerosas comunidades conservadoras de la región, a las mujeres y niñas se les prohíbe el acceso a la cocina, tocar ciertos alimentos o participar en rituales religiosos mientras están menstruando.
En casos extremos, incluso son forzadas a aislarse en «cabañas menstruales» apartadas de sus familias, exponiéndolas a riesgos para su salud y seguridad, y perpetuando un ciclo de vergüenza y exclusión.
La detención de la directora y la empleada, si bien es un paso hacia la justicia para las víctimas, subraya la urgente necesidad de abordar y desmantelar estas creencias perjudiciales.
Es imperativo que la sociedad india, a través de la educación y la concientización, trabaje para normalizar la menstruación y garantizar que ninguna niña sea sometida a la vergüenza o el abuso por un proceso biológico natural.