Redacción. Un médico en Brasil fue arrestado y acusado de asesinar a su esposa, presuntamente con la colaboración de su madre, tras descubrirse que la víctima fue envenenada con chumbinho, un potente raticida.
El caso ocurrió en marzo en la ciudad de Ribeirão Preto y ha conmocionado al país por la presunta frialdad del crimen y los detalles revelados por las autoridades.
La víctima, Larissa Rodrigues, una profesora de fitness de 37 años, fue encontrada muerta en su apartamento.
El comportamiento del sospechoso, Luiz Antonio Garnica, despertó las sospechas de los investigadores.
Según el detective Fernando Bravo, Garnica intentaba limpiar la escena cuando llegaron los agentes, lo que generó sospechas de un intento por encubrir pruebas.
Además, el cuerpo de Larissa ya presentaba rigor mortis cuando fue hallado.
Las pesquisas revelaron que Larissa había descubierto una infidelidad de su esposo y que lo había comentado con allegados.
Esto fortaleció la hipótesis de un crimen premeditado. La amante del médico también está bajo investigación, ya que se sospecha que Garnica intentó crear una coartada al salir con ella al cine un día antes de la muerte de su esposa.
La policía ha incautado los teléfonos del médico, su madre y la presunta amante.
En su testimonio, Garnica declaró que encontró a su esposa inconsciente al regresar a casa el 22 de marzo.
Según su versión, intentó realizar maniobras de emergencia sin éxito antes de llamar a una ambulancia. Sin embargo, los peritajes contradicen esa versión y apuntan a una muerte causada por intoxicación con veneno.
Papel de la madre del médico en el caso
El papel de Elizabete Arrabaça, madre del médico, ha sido clave en la investigación. Fue la última persona en ver con vida a Larissa y se descubrió que, días antes del crimen, realizó varias gestiones para intentar conseguir raticida.
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Incluso contactó a conocidos para obtener el producto, lo que refuerza la hipótesis de su participación directa en el homicidio.
Los investigadores creen que el envenenamiento fue progresivo. Larissa ya había manifestado malestares cada vez que tenía contacto con su suegra.
“Hoy sabemos que esos síntomas eran señales de intoxicación”, explicó el detective Bravo. Tanto Garnica como su madre permanecen bajo custodia mientras continúa la investigación del caso.