El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a sacudir la opinión pública con una nueva provocación: este viernes publicó en su cuenta de la red Truth Social una imagen suya vestido como papa, en plena antesala del cónclave que elegirá al sucesor del fallecido papa Francisco.
La imagen, creada con inteligencia artificial, muestra a Trump ataviado con sotana blanca, mitra, cruz dorada y el brazo derecho alzado, como si estuviera impartiendo una bendición.
La publicación aparece solo dos días después de que el mandatario afirmara desde la Casa Blanca que le gustaría convertirse en pontífice.
“Me gustaría ser papa. Esa sería mi opción número uno. Creo que sería un gran papa. Nadie lo haría mejor que yo”, dijo Trump el pasado miércoles, en declaraciones que encendieron tanto las redes sociales como a sectores religiosos.
La publicación llega en un momento delicado para la Iglesia católica, que se encuentra de luto tras la muerte del papa Francisco el pasado lunes 21 de abril.
El funeral, realizado el sábado en El Vaticano, también fue escenario de otra polémica protagonizada por Trump, quien asistió vestido de azul en lugar del negro tradicional, lo que fue interpretado por muchos como una falta de respeto al protocolo eclesiástico.
Además, Trump no ha ocultado sus preferencias respecto a quién debería ocupar el trono de San Pedro. Ha expresado su respaldo al cardenal Timothy Michael Dolan, arzobispo de Nueva York:
“Debo decir que hay un cardenal de un lugar llamado Nueva York que es muy bueno. Veremos qué pasa”.
Dolan, quien ya participó en el cónclave de 2013 que eligió al papa Francisco, recibió entonces dos votos.
Esta vez, formará parte de los diez cardenales estadounidenses que estarán presentes en la elección del nuevo pontífice.
Otros nombres con peso dentro del bloque norteamericano incluyen a Raymond Burke, figura del ala conservadora, y Robert Prevost, cercano al fallecido papa Francisco y fluido en español.
El gesto de Trump, aunque irreverente, no es ajeno a su estilo provocador y su uso de la inteligencia artificial para generar atención mediática.
No obstante, para muchos creyentes y expertos en protocolo vaticano, la imagen representa una banalización de uno de los cargos más sagrados de la Iglesia católica.
El cónclave comenzará el próximo miércoles en la Capilla Sixtina y mantendrá en vilo a millones de fieles en todo el mundo hasta la esperada señal del humo blanco.
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