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sábado, mayo 3, 2025

“Diáspora y la remesa social”

La primera referencia a la palabra “diáspora” inevitablemente, nos lleva la dispersión del pueblo judío en el exilio fuera de la tierra de Israel en tiempos bíblicos.

Hoy este término, es utilizado en cuestiones de migración y desarrollo, para hacer referencia a aquellas personas nacionales de un país que han tenido que migrar y que, se encuentran diseminadas en diferentes partes del mundo; creando comunidades en el exterior.

La diáspora, se encuentra identificada con las organizaciones de la sociedad civil, que
aspiran a tener incidencia en sus países de origen a través de la actividad internacional.
Las organizaciones de diáspora (oenegés, asociaciones de profesionales, organizaciones religiosas, etc) pueden ser un enlace de referencia vinculante con el desarrollo de una nación.

Lamentablemente muy poco se habla de la cooperación entre estas organizaciones y los gobiernos nacionales… Las organizaciones de la diáspora son fundamentales para facilitar el “diálogo intercultural” entre los países de acogida y las comunidades de migrantes, ellas fomentan buenas prácticas de integración e identifican necesidades, para apoyar a las personas.

Las organizaciones suelen surgir como un apoyo para la integración de sus beneficiarios. Estas organizaciones cada día tendrán más importancia y serán más demandadas; por la
misma evolución de las migraciones.

Es importante recordar, que las organizaciones de la diáspora realizan sus acciones
habitualmente fuera del país, son administradas y gestionadas por “aquellos que dejaron su tierra” y que a través de “la asociación en el exterior” buscan crear nexos entre los
países de acogida y origen de la migración, pero; necesitan ser “profesionales” para servir adecuadamente a los compatriotas.

¿Y por qué son necesarias estas asociaciones? La respuesta a esta pregunta puede tener muchas respuestas ya que, las necesidades son infinitas…pero me centraré en las de
orientación social.

Una organización en el exterior puede ser muy útil para: brindar servicios complementarios a los ofrecidos por los consulados en el exterior, cubren una las necesidades de los migrantes; que están fuera del alcance consular.

Pueden servir como interlocutores con los gobiernos nacionales para la integración y gestión de proyectos y actividades sociales de beneficio común. Son determinantes para la correcta integración de los nacionales en el país de acogida y son una plataforma ideal para generar negocios y empleo.

Ahora bien ¿Cuáles deben de ser las labores de las organizaciones de la diáspora?

Primero: Las labores de sensibilización en el país de acogida y en el de origen sobre
los temas migratorios en general.

Segundo: promoción y preservación de las raíces culturales (crear identidad cultural).

Tercero: gestión adecuada del capital humano en el exterior para el beneficio colectivo (transferencia de habilidades).

Cuarto: gestiones de ayuda humanitaria. Quinto: una labor de enlace en proyectos de cooperación al desarrollo.

Sexto: Servicios sociales y legales en el país de destino.

Séptimo: Desarrollo socio económico y filantropía para la economía del país de destino y el de acogida.

Aunque usted no lo perciba… migración y desarrollo van de la mano y estas organizaciones pueden ser un factor de desarrollo binacional… La migración no puede, ni debe
entenderse nunca, como “remesas económicas” cuantificables en dólares y euros.

Más que un tema económico, el tema de la “la diáspora y sus organizaciones” es un tema de “interés colectivo” sus repercusiones materiales son palpables tanto en el país de acogida como el país origen de la migración.

Es necesario hacer un poco de reflexión sobre “las remesas sociales de la diáspora “… estas son: “un conjunto de ideas, cultura, educación, prácticas y capital humano que transitan del país de origen al país de destino”.

Junto con las personas, migran sus sueños, ideas de negocio y la posibilidad de aportar al desarrollo de dos naciones… esto último; rara vez reconocido en origen.

Por otro lado, las organizaciones de diáspora pueden ser de diversos tipos: de patrimonio cultural, religiosas, de pueblos originarios, redes profesionales, redes empresariales, redes científicas o académicas, de ayuda social, redes de coordinación, de jóvenes y de mujeres… ¡Todas necesarias!

Dicho lo anterior, tenemos unas organizaciones de la diáspora en un extremo y al
otro lado, países que reciben los beneficios de la migración…entonces, ¡es de obligado
cumplimiento darles apoyo a estas organizaciones tanto en el país de destino como en el país de origen!

Es impostergable, generar “infraestructuras profesionales de apoyo” para la comunidad en el exterior ya que, gran parte del producto interno bruto nacional descansa en los esfuerzos laborales de los migrantes.

Después de trabajar durante más de veinte años en temas relacionados con la migración, no dejo de creer en la necesidad de la creación de un “organismo profesional no político” para la atención de la diáspora y captar el talento que reside fuera y vincularlo al país a través de proyectos e integrarlos en la economía del conocimiento.

Es indispensable también, promover la inclusión financiera de los que viven expatriados y potenciar las empresas de mujeres emprendedoras…en Gerona España, por ejemplo, el
80% de la población son mujeres migrantes hondureñas.

También es importante que el gobierno desarrolle, una política pública de reinserción del conocimiento migrante adquirido en el exterior…

Hay que apoyar a las organizaciones en el exterior, es una forma de cumplimiento con el pacto mundial por una migración segura, ordenada y regular. Las organizaciones de la diáspora son una vía, para generar progreso y desarrollo de forma estructurada y harmónica. ¡hagamos algo por los migrantes! Apoyemos a la diáspora…

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