La Policía Nacional de Honduras confirmó que el cuerpo sin vida encontrado en el sector de río Chiquito, en Comayagua, corresponde a Angelo Marciano Parisano, un Primer Teniente del Ejército de los Estados Unidos, de 25 años, originario de Cíbolo, Texas, y asignado a la Base Aérea Soto Cano.
El hallazgo ha provocado un despliegue policial significativo y la activación de protocolos de investigación de alto nivel, según informaron las autoridades hondureñas.
Tras la recuperación del cuerpo, equipos especializados ejecutaron una inspección minuciosa del área por aproximadamente dos horas.
Durante la operación se localizó un teléfono celular parcialmente destruido, presuntamente propiedad de la víctima.
El dispositivo presentaba signos de deterioro posiblemente causados por fuego, aunque las causas exactas están aún bajo análisis forense.
Fue fotografiado, embalado y asegurado siguiendo los procedimientos de cadena de custodia establecidos.
El Comisionado Ponce Canales, jefe regional de la Policía, supervisó directamente las acciones en el terreno, las cuales fueron desarrolladas por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), la Dirección Policial Anti-Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO) y la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL).
Dentro de las diligencias, se procedió a la revisión de cámaras de seguridad ubicadas en la ruta desde el último lugar donde el oficial fue visto con vida, en compañía de otras personas, hasta el sitio del hallazgo.
También se está tomando declaración formal a testigos que compartieron tiempo con Parisano antes del incidente, así como a individuos del entorno cercano.
Aunque la investigación sigue en curso, las autoridades descartaron el robo como móvil del hecho y confirmaron que ya se manejan hipótesis consolidadas con base en indicios periciales, además de contar con sospechosos identificados.
Sin embargo, por razones estratégicas y de confidencialidad, no se han revelado más detalles de la línea de investigación.
La presencia del militar estadounidense en la base Soto Cano formaba parte de los convenios bilaterales entre Estados Unidos y Honduras en materia de cooperación militar y seguridad regional.
Este hecho ha generado atención tanto a nivel nacional como internacional, y se espera una declaración oficial del gobierno de EE. UU. en las próximas horas.