La Sala II del Tribunal de Sentencia declaró este jueves como culpables a 15 reclusas, integrantes de la Pandilla 18, por su participación en la masacre de 46 mujeres en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), un trágico hecho ocurrido el 20 de junio de 2023.
Este suceso se considera la peor matanza en un centro penitenciario femenino en Honduras.
Las condenadas fueron declaradas culpables como coautoras de 46 delitos de asesinato, cuatro por intento de asesinato, uno por asociación para delinquir y otro por incendio cualificado. Además:
Lesbia Ondina Rodríguez Orellana, Kenia Patricia Salinas Rivera y Karen Lorena Ávila Pavón fueron halladas culpables de porte ilegal de arma de fuego.
Claudia María Lemus Aceituno, Cherry Darling Guevara y Suyapa Godoy Leiva fueron condenadas por porte ilegal de armas de fuego de uso prohibido.
María del Carmen Contreras Castillo fue declarada culpable por porte de munición comercial y munición prohibida.
Sin embargo, algunas acusaciones relacionadas con el porte ilegal de armas fueron desestimadas para seis de las procesadas.
Las 15 condenadas permanecerán en prisión preventiva hasta la individualización de sus penas, programada para el 23 de enero de 2025 a la 1:00 PM.
En caso de presentarse un recurso de casación, esta medida podría extenderse hasta por la mitad de la pena impuesta.
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, ha señalado públicamente la presunta complicidad de elementos de la Policía Nacional en la masacre, acusándolos de facilitar armas y colaborar en la ejecución de los crímenes.
En el caso de masacre en PNFAS sala II del #TribunalSentencia en Materia de Criminalidad Organizada, Medio Ambiente y Corrupción por unanimidad de votos dictó un fallo condenatorio para 15 féminas como coautoras de 46 Asesinatos, 4 Asesinato en su grado de Ejecución de Tentativa. pic.twitter.com/y90LTTrd3O
— Poder Judicial HN (@PJdeHonduras) December 12, 2024
Sin embargo, hasta la fecha, ningún oficial ha sido judicializado por estos hechos, lo que genera cuestionamientos sobre la profundidad de las investigaciones.
La masacre en la PNFAS, conocida como la «Matanza de Támara», ha conmocionado a la sociedad hondureña y puesto en evidencia fallas graves en la administración penitenciaria, la seguridad y el control estatal dentro de los centros de detención.