En materia económica, Trump propone extender beneficios fiscales a corporaciones y ciudadanos de altos ingresos, mientras ofrece reducciones impositivas para los trabajadores.
Además, planea implementar aumentos significativos en los aranceles, promoviendo una postura más proteccionista en el comercio internacional.
Migración
Por otro lado, la política migratoria se endurecerá con una reforma que busca facilitar deportaciones masivas.
Aunque aún se desconocen detalles específicos sobre su implementación.
Asimismo, en el ámbito social, el presidente pretende reducir programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
Ademas de limitar ciertos derechos civiles, afectando principalmente a la comunidad LGBTQ.
Educación
El sistema educacional también será objeto de cambios, con propuestas para eliminar el Departamento de Educación, establecer remuneraciones basadas en méritos para los docentes y gravar los fondos de las universidades privadas para financiar una nueva academia en línea.
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En política exterior, Trump mantiene una postura crítica hacia alianzas tradicionales como la OTAN y muestra inclinaciones hacia líderes autoritarios.
A su vez, sugiriendo un enfoque más aislacionista combinado con medidas económicas proteccionistas.
El regreso de Trump a la Casa Blanca implica una reversión de las políticas de su predecesor, Joe Biden, y plantea desafíos significativos para la democracia y las instituciones estadounidenses.
Su enfoque combina aislacionismo con actitudes imperialistas y amenazas arancelarias, impactando el escenario geopolítico global.