India. La capital de la India, Nueva Delhi, vive una crisis ambiental sin precedentes debido a una densa capa de contaminación que ha llevado a las autoridades a cerrar escuelas, restringir trabajos de construcción y limitar la circulación de vehículos.
Según reportes locales, nueve de las 37 estaciones de monitoreo del aire han registrado niveles de contaminación hasta 26,74 veces superiores a los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta peligrosa contaminación, equivalente a fumar 50 cigarrillos al día, afecta gravemente a los 33 millones de habitantes de Nueva Delhi.
Quienes reportan síntomas como irritación en la garganta y problemas respiratorios, mientras una espesa neblina reduce la visibilidad a tan solo 100 metros en algunas zonas.
Imagen: El Periódico de la Energía
Medidas de emergencia y causas de la crisis
Desde el lunes, las autoridades han activado la etapa 4 del Plan de Acción de Respuesta Gradual, que incluye clases virtuales, suspensión de actividades de construcción y restricciones vehiculares.
Sin embargo, Atishi Marlena, ministra principal de Nueva Delhi, señaló al Gobierno central como responsable del problema, al no controlar las quemas ilegales de residuos agrícolas.
Dicha práctica recurrente en varias regiones del país.
Un problema de salud pública
A pesar de las advertencias sobre los riesgos para la salud, los habitantes de Nueva Delhi intentan continuar con sus actividades cotidianas.
“Todo el mundo tiene dolor de garganta”, comentó Sanjay Goel, un comerciante de 51 años, quien instó a tomar medidas más estrictas para prohibir la quema de cultivos.
La contaminación en Nueva Delhi está dominada por partículas PM2,5, conocidas por su capacidad para penetrar en los pulmones y el torrente sanguíneo, causando enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Según la clasificación del grupo suizo IQAir, la India fue el tercer país con peor calidad del aire en 2023, solo detrás de Bangladés y Pakistán.
Imagen: Más azul planeta
Impacto ambiental y desafíos futuros
La grave situación de Nueva Delhi es un recordatorio de la urgente necesidad de adoptar medidas sostenibles para mitigar la contaminación del aire, no solo en la India, sino en todo el mundo.
La calidad del aire en la región amenaza la salud de millones y también subraya las crecientes consecuencias de la inacción ante el cambio climático y la degradación ambiental.