Madrid. La Audiencia Provincial de Madrid condenó este viernes al exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, a cuatro años, nueve meses y un día de prisión.
El ex vicepresidente del Gobierno español y antiguo líder del Partido Popular enfrenta cargos por blanqueo de capitales, corrupción entre particulares y tres delitos fiscales adicionales.
Además, se le impuso una multa de dos millones de euros.
La sentencia está lejos de las exigencias de la Fiscalía Anticorrupción, que acusaba a Rato de once delitos fiscales cometidos entre 2005 y 2015.
Así como de blanqueo y corrupción en los negocios, por lo que solicitaba 63 años de prisión y una multa de 42,4 millones de euros.
El juicio se centró en el origen de la fortuna de Rato, vinculada a las concesiones publicitarias de Bankia –entidad que presidió entre 2010 y 2012– a las agencias Zenith y Publicis.
La Fiscalía señaló incrementos patrimoniales no justificados por 15,6 millones de euros, así como rendimientos de capital mobiliario en el extranjero que no se declararon a Hacienda.
Asimismo, la suma defraudada asciende a 8,5 millones de euros, según la acusación.
Un historial de polémicas judiciales
En 2017 lo condenaron a cuatro años y medio de prisión por el caso de las “tarjetas black”, un escándalo que implicó el uso indebido de tarjetas bancarias opacas para evadir impuestos.
Además, como presidente de Bankia, en 2012 lo destituyeron cuando la entidad fue parcialmente nacionalizada tras recibir 22.000 millones de euros en ayudas públicas para cubrir pérdidas contables.
En el caso actual, la sentencia de 1.232 folios aún no es firme y se puede recurrir ante el Tribunal Supremo.
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Fuentes jurídicas indicaron que no hay un plazo definido para que la Fiscalía o la Abogacía del Estado soliciten el ingreso en prisión de Rato.
Rodrigo Rato, quien también fue ministro de Economía entre 1996 y 2004 en el gobierno de José María Aznar, dirigió el FMI entre 2004 y 2007.
En 2020, lo absolvieron en el juicio por la salida a bolsa de Bankia, pero su historial sigue marcado por una serie de controversias legales.
Lo que han empañado su carrera política y financiera.