Una advertencia urgente ha sido emitida por expertos en salud ante el aumento de casos de una enfermedad pulmonar irreversible conocida como «pulmón de las palomitas de maíz», asociada al uso de vapeo o cigarrillos electrónicos.
La bronquiolitis obliterante (su nombre médico) ha sido diagnosticada incluso en adolescentes, como en el reciente caso de un joven de 17 años que desarrolló esta afección tras vapear durante tres años.
El profesor Donal O’Shea, químico de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI en Irlanda, ha reiterado que el daño pulmonar causado por el vapeo es permanente y no tiene cura, lo que hace de la prevención la única estrategia efectiva.
El término “pulmón de las palomitas de maíz” se originó tras detectarse casos en trabajadores de una fábrica de palomitas de microondas que estuvieron expuestos al diacetilo, un agente aromatizante.
Esta sustancia, al ser aerosolizada, actúa como un inhalante tóxico que daña gravemente los bronquiolos, dificultando la respiración y provocando cicatrices internas irreversibles.
Aunque el uso de diacetilo está prohibido en cigarrillos electrónicos dentro de la Unión Europea y el Reino Unido, la sustancia todavía se encuentra en productos ilegales y en algunos vaporizadores distribuidos en Estados Unidos y otros países.
Pero el diacetilo no es el único químico peligroso. O’Shea advierte que los vaporizadores saborizados pueden contener más de 180 tipos de compuestos aromáticos, muchos de los cuales, al calentarse, se descomponen en sustancias como formaldehído y acetaldehído (también perjudiciales para los pulmones).
Estos productos no han sido evaluados adecuadamente para su seguridad al ser inhalados.
“No hay forma de revertir los efectos. Una vez que los pulmones están dañados, los tratamientos solo buscan aliviar los síntomas”, señala el profesor O’Shea.
Entre las opciones disponibles están los broncodilatadores, esteroides y, en casos extremos, un trasplante de pulmón.
Por esta razón, subraya el experto, la prevención es el único camino realista ante el creciente uso del vapeo, especialmente entre jóvenes.
El impacto acumulado de múltiples sustancias químicas puede no solo desencadenar bronquiolitis obliterante, sino también otras enfermedades pulmonares severas.
El caso del adolescente afectado y los estudios recientes sobre los efectos del vapeo refuerzan el llamado a educar y prevenir, más que intentar curar lo que ya no puede revertirse.