San Manuel, Cortés.- Un hecho alarmante ha sacudido a la comunidad de la colonia Pineda y a las autoridades policiales: un funcionario activo de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) atacó a disparos a tres policías que acudían a una llamada de emergencia.
Según informó la Policía Nacional, el incidente ocurrió tras una denuncia recibida en el Sistema Nacional de Emergencias 911, que alertaba sobre un caso de violencia doméstica.
Se reportaba a un individuo en estado de ebriedad agrediendo a su compañera de hogar. En respuesta, una patrulla de la Unidad Metropolitana de Prevención No. 9 (UMEP-9), bajo la coordinación del Comisario Adán Estrada Carías, se movilizó al lugar.
El agresor disparó con su arma oficial
Los hechos tomaron un giro violento cuando el presunto agresor, un hombre de 45 años identificado como funcionario de la DLCN, reaccionó hostilmente al intento de diálogo con los agentes.
Según el reporte, el individuo sacó su arma de reglamento, un calibre 40 mm, y disparó en varias ocasiones contra los policías.
Como resultado, un Inspector de Policía y dos miembros de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) resultaron heridos.
Los tres fueron trasladados a un centro hospitalario, donde se informa que se encuentran en condición estable.
Captura del agresor y hallazgos insólitos
Tras el ataque, la Policía activó un operativo de cerco que incluyó personal de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Fuerzas Especiales y unidades tácticas Karnaf.
El agresor fue capturado luego de un breve enfrentamiento, siendo desarmado y neutralizado en el lugar.
Durante la requisa posterior, los agentes hallaron en posesión del detenido varios objetos asociados a prácticas de brujería popular.
Entre ellos: cruces, rosarios, envoltorios de tela y plástico con contenidos desconocidos, y amuletos de fabricación artesanal.
Creencias ocultas y su conexión con la criminalidad
Expertos en prácticas populares y rituales criminales indicaron que estos objetos suelen utilizarse en rituales de protección en contextos violentos, particularmente entre mareros, pandilleros o miembros del crimen organizado.
Se presume que el funcionario los portaba con la intención de obtener supuesta protección espiritual o causar daño a otros.
El hallazgo, según autoridades, revela una preocupante realidad: incluso personas con entrenamiento en seguridad pueden recurrir a creencias esotéricas para enfrentar su actividad, desdibujando la línea entre legalidad y superstición.
La ley por encima de cualquier cargo
La Policía Nacional ha condenado enérgicamente este acto, reiterando que ningún funcionario está por encima de la ley.
El detenido será puesto a disposición del Ministerio Público y enfrentará cargos por violencia doméstica, atentado contra la autoridad, homicidio en su grado de tentativa y portación ilegal de armas. Además, se investigará la procedencia y el propósito de los objetos decomisados.
Finalmente, la institución reafirmó su compromiso de mantener el orden y la legalidad, incluso dentro de sus propias filas, fortaleciendo las operaciones preventivas y el control interno para proteger a la ciudadanía de toda manifestación de criminalidad.
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