27.7 C
Honduras
viernes, abril 19, 2024

MATALASCALLANDO: Negocios redondos

“La corrupción la pagan los pobres”. Papa Francisco.

“¡Pase adelante ‘ñor, apúrele ‘ñora! Aquí le garantizamos la felicidad plena y la vida eterna antes que le bajen el switch. Usted no se preocupe, solo grite ‘sí’ cuando yo digo, o ‘no’ si fuera el caso. Aquí nadie pierde y todos ganamos, les tenemos reservadas muchas ‘quininas’ para que pueda gozar de los tres tiempos diarios y para los tiempos extras”. Todo lo anterior sin necesidad de meternos al laberinto de la geometría espacial. Sinceramente eso me lo contaron unas aseadoras amigas de mi abuela que trabajan en el Congreso, que así reciben a los padres de la patria (o “matria”, como dijo aquel tontuelo) cuando van a comenzar a legislar cada 4 años; pero si no obedecen, los ponen a la ñurda del cero.

Y es que, cuando la bajeza, la vileza de un electo, más que eso, es un predilecto, alguien preferido por las multitudes, por hinchas de barra brava agitada por tamborilero que les pega a redondos pergaminos y redoblantes que, mediante el voto, les han ubicado entre las cumbres de los privilegios, pero que ya estando allá, se marean, todo lo ven redondo, se les olvida el camino recorrido y bueno, mal halla el diablo, se vuelven insensibles ante el pueblo que les votó. Esa maldad les sale por los poros, que, mediante mentiras redondas (ahí van a ser juzgados), lograron encaramarse para tener privilegios redondos e inmerecidos, para hacer negocios redondos cuando les regalan bonos y bonitos, y el ejemplo fue el recién pasado diciembre, cuando la compra de tamales fue en masa, y eso es de lo que nos dimos cuenta allí.

En las aduanas fue otro cochambre redondo de juguetes sofisticados para la familia de los reyezuelos del palacio (llamado la Casa de los Sustos). Ya imaginamos a los pequeños retoños de los nobles de estos barrancos, en carritos de Best Choice, con muñecas que parecen bebés de verdad que hasta hacen el uno y el dos profusamente (como que así quedarán los abuelos de esos inocentes cuando les saquen carrera, ya se oye eso). Mientras los vendepatrias estomacales, traidores como las hienas, reciben en las palmas de sus sucias manos el contrapeso del negocio redondo, allá, allende adentro, nuestros niños campesinos juegan descalzos y enfermos con alguna piedrecilla, debajo del sol, con alguna rama que semeje a algo que parezca juguete, los niños de los operarios de maquila que se deberán conformar con alguna prenda de vestir conseguida en promoción con sus padres, los niños de los barrios y  colonias que reciben sus clases en remedos de cuartería, mal llamadas “escuelas”.

A veces prefiero meditar las palabras del chiflado (ese sí es muleloco, psiquiátrico, ahí llega a cada rato a la Casa de los Sustos a que le den su carrito… la Fiscalía le va a caer) aquel de Tocoa: “¡Van a comer fuego, desgraciados!”, y es que ya no se puede seguir así, no es viable, los vasos que portan el alimento a la patria están siendo succionados por un animalero digno de una película de Tim Burton. No hay que ser descarados, ombe. Mejor devuelvan ese pisto redondo y mal habido, sean honrados y déjense de estar con malas influencias, de otro modo, van a caer redondos.

Ing. Carlos Mata
[email protected]

Artículo anterior
Artículo siguiente
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: