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viernes, abril 19, 2024

E-EVOLUCIÓN: Del Merendón a Davos

Un tema que nos conecta como especie humana es el medio ambiente, el hecho de talar el bosque de la montaña del Merendón para construir casas, en San Pedro Sula o abrir nuevas minas de carbón en Alemania, llevándose por delante miles de hectáreas de bosques, nos hace reflexionar que en poco tiempo estas malas acciones pasarán una factura en números rojos a la especie humana, que sigue con prácticas nocivas al medio ambiente para alcanzar el desarrollo – absolutamente-, insostenible.

La vehemencia con la cual la niña sueca -ambientalista-, Greta Thunberg inició su lucha para proteger el medio ambiente debería ser tendencia mundial en Instagram o Twitter, tener millones de reproducciones en Spotify. Ahora Greta es una jovencita, pero afortunadamente continua con el mismo ímpetu gritando sus argumentos -cuando no la dejan hablar-, por considerarla irreverente ante las grandes corporaciones y por señalar a los países que más contaminan, los más desarrollados.

Recientemente, Greta estuvo gritando consignas ambientalistas en la ciudad de Davos, Suiza, donde se realiza desde hace 50 años la conferencia organizada por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Participaron más de 1,000 representantes de grandes corporaciones que son miembros de WEF y de gobiernos de todo el planeta. A este foro se puede ir solo por invitación y las personalidades que acuden son de alto perfil -Al Gore, Christine Largarde, Ursula von der Leyen-, entre otros.

El Foro de Davos, es una importante instancia que tiene el espíritu de unir esfuerzos para atacar problemas que golpean a la humanidad. La guerra que ocurre en Ucrania, la post-pandemia, el cambio climático está interconectado con la crisis alimentaria y energética; la recesión económica y el mundo digital -vivimos en un mundo con múltiples crisis-.

En este foro mundial, la Comisión de la Tierra, liderada por científicos de las ciencias ambientales y sociales, Johan Rockström, Joyeeta Gupta y Dahe Qin -reconocidos académicos- quienes al igual que Greta están preocupados por el rumbo de la humanidad, presentaron sus argumentos de manera más serena, pero con el mismo sentido de urgencia ante los tomadores de decisiones a nivel mundial, “las actividades humanas están rápidamente empujando al planeta hacia puntos de inflexión irreversibles, amenazando  los fundamentos del bienestar humano.”

Un dato positivo es que más 600 empresas del sector privado, que tienen impacto a nivel global están utilizando los datos que brindan los estudios científicos para disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero, como lo han solicitado los movimientos ambientalistas y los científicos, sin embargo, esto no es suficiente.

El científico Johan Rockstöm no fue nada optimista al pronunciarse en Davos, irremediablemente el nivel de los océanos incrementa, porque los glaciares del polo norte y sur se están derritiendo. Los afectados serán por supuesto, aquellos que no están listos para ser frente ante esta catástrofe -que no afectará a todos por igual-, los que tienen recursos económicos pueden evadir estas consecuencias, o sea los grupos élite, el resto que sobreviva podrían convertirse en refugiados climáticos.

En Davos se busca cuadrar una agenda que permita establecer acciones globales para solucionar problemas locales, el papel de los gobiernos y el sector privado son necesarios. Concluyeron, que no se puede seguir actuando como si cada país fuera una isla, para alcanzar la meta de cambiar la matriz energética tradicional que es tan contaminante a una alimentada por energías limpias, se requiere mayor inversión, la actitud correcta de los líderes empresariales y jefes de Estado.

Voces disonantes como las de Greta, nos mantienen alerta ante los muchos distractores que no permiten comprender las consecuencias de las decisiones ambientales sobre el futuro de la humanidad. Al ver desde San Pedro Sula cómo deforestan El Merendón, hasta Davos donde se hacen llamados urgentes para cambiar el rumbo nuestro planeta -que es la casa de muchas otras especies-, no podemos quedarnos como espectadores viendo una película en tercera dimensión, es hora de tomar conciencia y tener una visión local y global (Glocal), lo que hagamos o dejemos de hacer marcará la diferencia.

Mirna Isabel Rivera
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