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Honduras
viernes, abril 19, 2024

Cuenta regresiva

En Honduras, a veces, se da más atención a cosas que deberían ocurrir de manera normal, como lo obvio de un parto, salvo excepciones que requieran intervención extra. Una de estas es la elección de la Corte Suprema de Justicia, ya que eso no necesita cabildeos si se apelara a la meritocracia. Ya han salido “volando” panfletos, escritos y comunicaciones diversas donde se habla de pactos entre las fuerzas que gobiernan (nos rehusamos a llamarles ‘políticos’) y personas que están en la llanura. La elección de la Corte, así como los funcionarios que deban pasar por el tamiz del Congreso Nacional (cuya Junta Directiva sigue en la picota de la legitimidad y de la legalidad) debería ser tan simple como observar la hoja de vida y demás variables que denoten la idónea competencia para tan alto y honroso cargo. Así de sencillo.

Más bien ya la Policía ha establecido el diseño de los llamados ‘cordones o anillos’ de seguridad, igual que lo que se hace cuando hay un partido de fútbol. De ser un poco más civilizados, menos truculentos, nada de eso sería necesario, sin embargo, así es como se manejan esos asuntos aquí. No hay duda que el peligro siempre se cierne sobre nuestra patria y allí es donde se revela la realidad de los discursos de aquellos que desean llegar a un sitial de esos, de poder, para mantener un manto encima de nuestro pueblo, como una fina atarraya que no deja escapar ni chacalines ni chuntes, y que la parte más apetitosa del pastel siempre se la reparten ellos mientras el pueblo sigue sufriendo de agresiones, violencia, ignorancia y carestías.

Debemos insistir por la grave responsabilidad en la observancia de lo que se llama (tremenda novedad, traída la idea desde el extranjero) los famosos “colectivos”, que han demostrado ser más bien turbas de personas preparadas para el desorden y para reprimir los justos derechos reclamados al presente Gobierno. Han aparecido como hongos, por generación espontánea, y habría que investigar quién los patrocina y quién los prepara para armar líos que se ponen hasta incandescentes.

El proceso de la elección de los magistrados debe ser más bien una fiesta, una demostración de civismo y madurez. Hasta el momento hemos sido observados con buena calificación y cualquiera podría creer que eso no importa, pero más bien es todo lo contrario ya que para que la inversión venga a Honduras, para crear empleo y no andar penando con un fólder bajo el brazo días enteros buscando empleo, se necesita crearlos en nuestro país y ellos, los que nos observan y califican son los que tienen los recursos económicos y el recurso humano hondureño es de lo mejor.

Siga, pues, el proceso, con el cuidado debido con el tema de la Junta Directiva del Congreso Nacional de Honduras, que hasta ahora no hay mayor problema, y cuidado con los relajos en la calle ya que la responsabilidad será del Ministerio de Seguridad al permitir a esos violentos.

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