A pocos días del 25 de enero, fecha histórica que además de celebrar el Día de la Mujer Hondureña, por muchos años se ha llevado a cabo, una sesión importante del Congreso Nacional, en la que el Gobierno de la República rinde un informe anual de su gestión, en esta ocasión ocupa el primer lugar e importancia la elección de los magistrados a la Honorable Corte Suprema de Justicia, por lo que, con la debida anticipación, el CN debe aprobar y publicar la agenda de ese día, para evitar confusiones y problemas.
Esta vez, la elección, va precedida del cumplimiento de una Ley de la Junta Nominadora, para lo que se integró una directiva especial, integrada por representativos de la sociedad e instituciones nacionales, que en un tiempo récord, elaboraron una serie de procedimientos para darle cumplimiento a la misma, y enviar al Congreso Nacional, un listado no menor de 45 candidatos y candidatas, para que de ella se vote por los 15 miembros de la nueva Corte Suprema de Justicia, electa dentro de la vida democrática que impera en las grandes mayorías .
Votar el 25 de enero será esta vez un derecho, una responsabilidad y obligación, que recae finalmente en todos y cada uno de los diputados, hombres y mujeres. a tiempo de librar una elección dentro de la libre elección y sin presiones para emitir los votos legítimos claves dentro de un proceso democrático donde los partidos políticos demuestren que tienen poder para articular, regular y resolver problemas y evitar conflictos. En esta elección, quedará en evidencia, la vocación hacia la verdad, el respeto a la ley y la defensa de la democracia y los intereses de las mayorías y no de intereses particulares de unos pocos.
MARTIN LUTHER KING, DEL VOTO CORRECTO SE PREGUNTÓ:
La COBARDÍA hace la pregunta: ¿Es seguro?
LA CONVENIENCIA hace la pregunta: ¿Es político?
LA VANIDAD hace la pregunta: ¿Es popular?
Y llega el momento en que uno debe de tomar una decisión, que no es segura, ni política, ni popular, pero uno debe de tomarla porque ¡ES LA CORRECTA!
Quiera Dios que se ilumine la mente y se apruebe la mejor decisión, la correcta, para que esos votos sean independientes, democráticos e históricos para el bien común de todos los hondureños.
Por Ilsa Díaz Zelaya
