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viernes, abril 19, 2024

El riesgo de cerrar ciclos

Cerrar un ciclo es sinónimo de querer seguir hacia adelante, es dar vuelta a la página, avanzar y no retomar el pasado, sin embargo, debemos considerar que también corremos el riesgo de abrir heridas, muchas personas tienen la necesidad de regresar a donde todo inició, para cerrar esa historia y buscar formas razonables, respuestas que resultan indispensable para poder sosegar la mente, calmar el malestar y continuar. Cuando las personas toman la decisión de cerrar ciclos, se enfrentan a situaciones favorables y desfavorables, por lo general suele generar bienestar, tranquilidad, plenitud, pero también es algo que genera miedo, puede también despertar culpa, señalamientos, frustración, impotencia, tristeza, falta de esperanza, coraje, etc.,

Por lo general, nuestra mente suele aferrarse al pasado, nos apegamos lo que ya es conocido, nos acomodamos en lo que tenemos cierto control y en muchas ocasiones, quedamos atrapados en el mismo espacio y tiempo, abrirnos a algo nuevo genera incertidumbre y viene, entonces, a nuestra mente la frase que dice: “Mejor viejo conocido que nuevo por conocer”.

Sabemos que cerrar ciclos puede resultar saludable, la Psicología lo recomienda, sin embargo, en algunas ocasiones, se hace necesario el dolor para poder sanar, así como cuando nos limpian una herida, una quemadura, etc., es de suma importancia atender la limpieza de todo tejido que entorpezca el proceso de curación de una lesión, con dicha limpieza se previene o evita la multiplicación de microorganismos patógenos que pueden llegar a provocar una infección o algo más grave, por eso es que, cuando decidimos cerrar ciclos, se corre el riesgo de que duela pero, obviamente, el propósito o resultado final es sanar. Si al cerrar una historia, proceso, relación etc., te ha provocado malestar, es probable que llores, de hecho, puedes llorar, no pasa nada, es lo esperado, lo más común. Es normal sentir dolor por un ciclo que se cierra. Lo que no es recomendable es evadirlo y debemos entonces afrontar el dolor, porque irá sanando poco a poco.

Te animo a que continúes tu proceso de madurez emocional, los conflictos que vives hoy no siempre serán los mismos, cada etapa de vida tiene sus luchas, apuros y problemas. La idea de cerrar un ciclo, es que lo hagas para poner paz en tu pasado, atender el ruido mental que hace en tu presente, para que sigas con menos o con ningún peso en el futuro cercano. No te culpes, de lo que ya no está en tus manos cambiar, más bien, toma la responsabilidad necesaria para atender efectivamente tus emociones y tus actos, si necesitas perdonar, perdona. Si necesitas pedir perdón, pídelo. Si necesitas apoyo en este proceso, escríbenos a [email protected]

 Todos los cambios, incluso los más deseados, tienen su melancolía, porque lo que dejamos detrás de nosotros, es una parte de nosotros mismos. Anatole France.

Por Irazema Ramos, Sicóloga.

 

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