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Honduras
viernes, abril 19, 2024

El honor al mérito

En los últimos días nuestro territorio se ve estremecido con eventos trepidantes sísmicos y mientras eso ocurre, vale la pena hacer un alto y meditar de manera figurada, el mensaje que se nos envía de parte de la naturaleza y seguramente de alguien más detrás de ella. El llamado es a ser valientes sin altanería y no perder la humildad ya que debemos reconocer que en realidad detrás de cada paisaje está la firma de la mano de Dios, y esto lo decimos porque la mayoría de nuestro pueblo se declara creyente, de tener fe en el Creador, Redentor y Animador de nuestras vidas. No se pretende hacer una predicación con esto, sino más bien ver a Honduras con los ojos limpios, sin cristales que la deformen ni vendas que impidan el paso de la realidad delante de cada uno.

Cada hondureño tiene la misión de engrandecer a nuestro país, de llevarnos bien con todos los que están más allá de nuestras fronteras, en un concierto armónico de necesidades satisfechas y donde nadie salga perdedor. Y aquí adentro ver cómo se soluciona el asunto de las inundaciones, de los cultivos, de poder reintegrar a nuestros compatriotas de una manera que puedan tener una casa digna en especial a aquellos que lo han perdido todo. Ya eso de estar en pleitos para tener notoriedad ya el pueblo debe comenzar a repudiarlo lo mismo que a sus protagonistas tal como acontece entre el canciller y la embajadora de EE.UU., hay funcionarios que se desubican y eso es precisamente por la altanería, la prepotencia del discurso de la izquierda que siempre es desafiante e incluso irrespetuoso como si ganar un pleito verbal engrandece a la patria. Ya basta de eso, el discurso debe ser seguido de la acción directa para eliminar los obstáculos del desarrollo.

Nuestro pueblo debe caminar con gratitud que es la más pura de las emociones, agradecer es de gente noble, solo es de hacer un inventario de cómo es nuestra bendita y pródiga tierra, sus riquezas y su gente. Por eso ya no se debe dar cabida a la maldad, a esos agoreros y azuzadores que incluso utilizan medios de comunicación formales y redes sociales ahora para banalizar lo serio, para ofender de la peor manera y mantener tensa a la conciencia de la población, dividiendo y creando enemistad dentro de la familia hondureña. Solo basta un poquito de buena voluntad, un poquito de fe que saldremos adelante de todo esto que nos agobia, pero también exigiendo a los gobernantes, con sumo respeto eso sí, que trabajen para lo que les fue confiado y encomendado mediante el voto.

Solo es un poquito de fe, como una pequeña semilla de mostaza, solo eso se pide, no perdamos la esperanza que el puerto de llegada es magnífico, pero para llegar allí depende de todos sin excepción con la actitud comprometida por sacar adelante a Honduras, con honradez y trabajo. No hay otro camino ni manera de lograrlo.

EditorialEl honor al mérito

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