TEGUCIGALPA. – La suspensión parcial del Sistema Nacional de Emergencia 911, uno de los más completos en la región, no tiene como origen la tecnología que utiliza sino al impago de las cuotas establecidas en el contrato de concesión firmado entre el Gobierno y el operador nacional.
Es más, según fuentes de esa institución de servicio, ni el Gobierno pasado ni el presente, con siete meses de gobernanza, ha honrado lo acordado en los acuerdos contractuales.
Según lo admitió Fernando Ferrera, subdirector Nacional del Sistema de Emergencias 911, el Gobierno adeuda al operador nacional más de 592 millones de lempiras. El monto comprende, calcula este funcionario, lo no pagado desde que se firmó el contrato hasta el presente mes, siete meses.
El Gobierno y el operador nacional suscribieron un convenio por 150 millones de dólares (3 mil 675 millones de lempiras). Estos montos pagaderos en cuotas mensuales de 1.8 millones a más de siete años. Hasta la fecha la parte contratante debe 11 meses, reveló Ferrera a un medio de Tegucigalpa.
Una gran inversión
Es de destacar que el operador nacional es quien hace la inversión para que el Sistema del 911 preste el servicio que da a las ciudades, incluyendo los costos de mantenimiento, provisión de la infraestructura tecnológica, los sistemas de última generación con inteligencia artificial, renovación tecnológica permanente, diseño, construcción y equipamiento de los centros de operaciones de emergencia en todo el país.
También telecomunicaciones con redes de fibra óptica exclusiva para garantizar la calidad de la transmisión del vídeo, voz y datos que toda la plataforma más utilizada en el mundo, gestiona.
Por otra parte, se supo que quien opera todo el sistema son funcionarios de Gobierno debidamente capacitados y certificados por la empresa proveedora y tienen completo acceso y son dueños de los datos que se procesan. Esto confirma que la empresa es, en esencia, un proveedor tecnológico responsable de garantizar que todos los sistemas y servicios se presten con la calidad y en el tiempo definidos en el contrato y que garantizan la prestación de un servicio de calidad a la ciudadanía.
También vale resaltar que la forma de pagos mensuales del contrato es un modelo aplicado en muchos países, dado que permite la sostenibilidad y la calidad del servicio en el largo plazo. Históricamente se ha demostrado que los gobiernos no planifican a mediano ni largo plazo, resultando en proyectos que al poco tiempo, se caen y no cumplen los objetivos para el cual fueron contratados.
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Mentira: Equipo absoleto
En consecuencia, la suspensión parcial del servicio, ocurrida el jueves y viernes pasados, no es producto de un equipo obsoleto. O la incorrecta apreciación de muchos “pseudo expertos” que creen que el Sistema es la provisión de un “simple servicio de internet”. Estos completamente desinformados, emiten criterios de opinión sin fundamento. El bloqueo es una combinación generada en el impago al operador nacional y éste a los proveedores extranjeros, que al final ha procedido a suspenderlos. Es más, la magnitud de esa tecnología es un desmentís a las versiones que cuestionan que el contrato en mención únicamente incluye la provisión tercerizada de enlaces de internet, comentó el experto.
“Es lógico, todo es una cadena. Si el Gobierno no paga, el operador nacional tampoco lo puede hacer. Por consiguiente, el proveedor extranjero no le queda más que cortar el servicio y punto”, dijo una fuente consultada.
Según Ferrera, el personal del 911 atiende en los números normales del sistema, no así las cámaras, que no están funcionando. Una fuente cercana a este medio opinó que la atención de las llamadas es una solución temporal. Esto porque no dispone de la capacidad para gestionar más de 28,500 llamadas que se reciben a diario.
Ferrera reconoció que cuando ellos llegaron ya se debía al operador nacional del Sistema 911 cuatro meses. Ahora se acumularon ocho más.
911: confianza y credibilidad
De acuerdo con expertos consultados, el actual Sistema del 911 es un proyecto compuesto por una serie de componentes tecnológicos y de servicios que lo vuelven uno de los más completos en la región y un referente exitoso ya que es único en su clase al haber podido integrar más de 20 instituciones que trabajan de forma más coordinada y con protocolos de atención apegados a normas internacionales, lo que ha permitido que al día, sea la institución con mayor confianza y credibilidad de la población; prueba de ello son las más de 75 millones de llamadas que se han recibido desde su creación en 2015 que significaron salvaguardar la vida, la integridad y los bienes de muchísimos hondureños.
A seis años de su habilitación, el Sistema Nacional de Emergencias 911 ha atendido más de seis millones de emergencias. De ese número más de 400 mil fueron de atenciones para las denuncias de violencia doméstica. Estos casos impactaron de forma positiva en las familias afectadas ya que este es un fenómeno que no encontraba una adecuada forma de atención. Todo esto genera una buena imagen ante el pueblo y una prueba del buen servicio que presta.
Según estadística publicada en sus redes sociales oficiales, el 911 contabiliza la impresionante cifra de dos millones de casos de seguridad. Unos 2,200 incendios, 750 mil emergencias médicas y 46 mil contingencias provocadas por fenómenos naturales.
Motocicletas realizando asaltos a mano armada, conductores huyendo de accidentes viales y sicarios y homicidas escapando de escenas de crímenes, han rendido cuentas ante la justicia, gracias a la vigilancia de las cámaras de seguridad del 911 que hoy están apagadas por una solo razón: incumplimiento del pago por parte del Gobierno.