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sábado, abril 20, 2024

ANSIEDAD INFANTIL

La ansiedad puede presentarse en forma de miedo, angustia o preocupación, es una emoción básica, es bastante común, adultos, niños y adolescentes saben lo incómodo que es, no tener control de algunas situaciones que nos elevan la ansiedad. Los síntomas son parecidos en todos, pero también hay patrones de conducta o características de acuerdo con la edad. Cuando la ansiedad infantil se convierte en excesiva más allá de lo esperado de acuerdo con la etapa del desarrollo, ha perdurado por un largo tiempo, no parece mejorar y está causando problemas, entonces es cuando nos encontramos frente a una ansiedad patológica.

En los niños y adolescentes es importante saber diferenciar los miedos evolutivos comunes y un trastorno de ansiedad. El temor, los miedos son un aspecto normal del desarrollo y son vitales según la edad porque proporcionan a los niños los medios necesarios para su adaptación y superación, se considera que la mayoría de los miedos infantiles son transitorios, todos en su momento lo experimentamos, la intensidad y el nivel dependerá de nuestro entorno. El problema es que, un miedo no atendido puede persistir en el tiempo y subir de nivel, a tal grado que interfiere en varias áreas de su día a día, familiar, social escolar etc., provocando ansiedad.

La consulta de profesionales de Psicología está llena de este tipo de casos, son muchos niños y adolescentes que están con este padecimiento de ansiedad, el mes de mayo dedicaremos varios artículos que nos aporten psicoeducación sobre el tema.
Enumeremos los síntomas físicos que pueden presentar son los siguientes:

•     Sus manos tiemblan sin razón.
•     Dolores de cabeza.
•     Tensión muscular.
•     Sudoración.
•     Se rascan alguna parte del cuerpo.
•     Se comen las uñas.
•     Manos húmedas y frías
•     Vómitos o nauseas.
•     Falta de aire, dificultad para respirar.
•     Aumento de la frecuencia cardiaca.
•     Fobias simples o generalizadas.
•     Problemas en el control de esfínteres
•     Vértigo o mareos.
•     Hormigueo o picor.
•     Se les dificulta estar tranquilos en un solo lugar.
•     Dolores abdominales, quejas frecuentes de algún dolor estomacal.

Estos solo son síntomas físicos, los que podemos detectar por medio de la observación, sin embargo, hay más síntomas como, por ejemplo, los cognitivos, que estaremos detallando la próxima semana. Según la OMS, en los últimos 10 años, han aumentado los diagnósticos de trastornos de ansiedad en jóvenes menores de 17 años, pasando de un 3.5% a un 4.1% en la actualidad. Aproximadamente, 117 millones de niños y adolescentes en todo el mundo han sufrido un trastorno de ansiedad. Mencionan que cerca del 10% de los jóvenes de 6 a 17 años presentan actualmente un trastorno de ansiedad, al inicio de su edad adulta, casi el 20% tendrá dificultades funcionales relacionadas con la ansiedad en al menos un área de su vida. En los niños, los trastornos de ansiedad pueden afectar todos los aspectos de su vida, pero particularmente su funcionamiento social y educativo. Es por ello que este tema requiere de mayor espacio y atención social.

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