Aquí se registraron las tres primeras muertes, a nivel nacional, en una semana, lo que hacía presagiar un oscuro futuro, pero hoy en día el panorama luce más claro.
ENTRE LOS MUNICIPIOS GRANDES DE CORTÉS, SEGÚN LOS DATOS DE SINAGER
El 26 de marzo pasado se registró en Villanueva el primer deceso por la COVID-19 a nivel nacional, y de inmediato saltaron las alarmas. La situación empeoró cuando el 28 de marzo se reportó la segunda muerte y un día después una tercera, lo que hacía presagiar una situación apocalíptica para este municipio de 178,262 habitantes, que antes era conocido por su producción azucarera y hoy en día por la productividad de sus maquilas y su intenso comercio.
Sin embargo, seis meses después el paisaje se pinta diferente. De ser el primero en letalidad, en Cortés, ahora está en la posición 8 de los 12 municipios, donde solo Potrerillos, Santa Cruz de Yojoa, Pimienta y Omoa tienen porcentajes más bajos. Todos ellos con una población menor que la de Villanueva, lo que habría facilitado el manejo de los casos.
Precisamente en el tema de la tasa de muertes por millón vuelve a ubicarse en la posición 8. Los únicos que reportan menos muertes por millón de habitantes son San Antonio, San Manuel, Santa Cruz y Omoa. Mientras que en el número total de casos está en cuarto sitio, por debajo de San Pedro Sula, Choloma y Puerto Cortés, que tienen más afectados.
Entre los municipios “grandes” de Cortés, Villanueva se posiciona como el de mejores estadísticas, de acuerdo a los datos proporcionados por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).

NADA FÁCIL
El alcalde de Villanueva, Walter Perdomo, reconoce que podría haber un sub registro y que las cifras de muertes e infectados serían mayores que las reportadas por Sinager. Y aunque considera que el virus podría seguir causando problemas hasta mediados del próximo año, la situación hoy en día es más manejable que lo vivido en junio, julio y agosto pasado, donde se llegaron a acumular 1,265 casos, es decir, el 74.3 por ciento de todos los oficialmente considerados.
Perdomo, quien es médico de profesión, refirió que para enfrentar la pandemia hubo una fuerte iniciativa alrededor del Comité de Emergencia Municipal (Codem) en la que se involucraron funcionarios municipales, de salud pública, empresa privada, ciudadanos particulares y organizaciones sociales para tomar decisiones que tuvieron que ver con el cierre de barrios y aldeas, educación de las personas, pero también en la repartición de miles de raciones de alimentos para evitar un conflicto social, iniciativa que comenzaron con fondos propios y a la que se vino a sumar el programa gubernamental Honduras Solidaria.
Pero la situación nunca fue fácil. En pleno pico de la pandemia, los problemas se agudizaron cuando pobladores cercanos al botadero municipal bloquearon el paso de los camiones por temor al virus, y la ciudad se inundó con 5,000 toneladas de basura. Además, el 11 de abril, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) instaló un hospital móvil que entró en funcionamiento hasta un mes después, luego de fuertes cuestionamientos.
Al principio ante la falta de centros especializados para atender a los pacientes, que aumentaban exponencialmente, se ordenó brindar asistencia en al menos 15 centros de salud del municipio, con especial énfasis en personas vulnerables, como adultos mayores y pacientes con enfermedades de base, como hipertensos y diabéticos.
“Al final los resultados se han ido observando. En parte ha sido por los autocuidados de las personas, la protección de las personas vulnerables, los pacientes están recibiendo tratamientos a tiempo. También creo que la virulencia del virus ha bajado, ya tenemos una quinta o sexta generación de infectados y por el trabajo que se realiza en las unidades de salud”, indicó Perdomo.
En total la alcaldía, en colaboración con otras instituciones y empresas privadas, han invertido alrededor de 60 millones de lempiras en el manejo de la pandemia, en renglones como protección médica, logística, atención a pacientes, seguridad alimentaria y readecuación de áreas de atención.
Por parte de Fuerza Honduras el municipio recibió cerca de 9 millones de lempiras que serán utilizados para habilitar dos centros de triaje más, que quedarían como unidades de salud permanentes.
9 MILLONES de lempiras, aproximadamente, fue el aporte de Fuerza Honduras para Villanueva.
«Es necesario que las personas visiten las unidades de salud porque los médicos somos los encargados de velar por la salud de cada uno e identificar si hay algún factor que pueda agravar la situación, como obesidad, hipertensión, diabetes. Esos factores los identificamos y decidimos qué hacer con cada uno de los pacientes”. Doctor Fabián Palacios, coordinador municipal de Salud.
«En el tema económico podemos informar que tenemos una línea de crédito de 80 millones de lempiras, que es para edificios, pavimento y agua potable, pero eso va a quedar ‘stand by’, a excepción del agua potable. Vamos a invertir 40 millones en agua potable debido a que por el cambio climático y el invierno errático hemos perdido el 50 por ciento de la capacidad de producción”. Walter Perdomo, alcaldede Villanueva.
«Hacemos un llamado a la población para que acuda siempre a los centros de triaje. Nosotros no hacemos que se mueran, no los queremos matar, porque no se nos preparó para eso, sino para salvar vidas. Muchas veces vienen personas demasiado tarde, con problemas respiratorios graves y ya uno no puede hacer nada más, pero los parientes salen diciendo: ‘allá me lo mataron”. Doctor Ezer Castellanos, coordinador del centro de triaje de Villanueva.