Muchos han podido criar a sus hijos y hacerse de algunos bienes para vivir mejor. Además, contribuyen al medioambiente.
Cada vez son más los ciudadanos que se dedican a reciclar desechos de diferentes productos, mientras para unos es basura para otros es el medio de vida que les permite generar ingresos y sustentar a sus familias.
“Alisto la carreta con mi caballo desde las seis de la mañana, cargo el producto y me vengo desde la aldea El Carmen hasta el barrio la Guardia. Tardo hora y media en llegar. Tengo siete años de reciclar para vender, y no me quejo porque es un negocio muy bueno, he comprado dos bestias y dos carretas para movilizarme, pues antes andaba a pie”, manifestó Claudia Madrid.
Otro reciclador es don Domingo Centeno. Dice sentirse muy orgulloso de ser “indígena” pues tiene sus orígenes en la tribu Jicaque del departamento de Yoro.
Tuvo la oportunidad de venirse a San Pedro Sula hace 45 años y desde entonces ha aprovechado toda clase de desechos para hacer dinero y pagar los gastos de su casa.
“Con este negocio he visto a muchos prosperar, varias personas jalaban su producto en bicicleta, ahora tienen hasta dos carros, porque hay empresas muy buenas que se dedican a comprarnos el material, vendo una vez por semana y traigo 300 libras”, afirmó Centeno.
Los emprendedores del reciclaje recolectan nylon, cartón, aluminio, botellas de plástico y de vidrio, hierro, cobre y bronce. Las empresas que requieren de estos productos lo pagan por libra y el precio depende del material. Por ejemplo, el hierro a 14.25, lempiras la libra; el nylon blanco a 4.50; y el de color a 7 lempiras la libra.
“Vivo en El Ocotillo, del crematorio que hay ahí saco los materiales para traerlos a la ciudad y venderlos. El estudio de mi hija lo pago de estas ventas, tengo dos años de dedicarme a este negocio y cada vez veo más gente con enormes bolsas o sacos repletos para tener dinero y llevar comida a las casas”, expresó Nohemí Rodríguez.
MEDIOAMBIENTE
Los recolectores aseguraron que no solo ayudan a sus familias sino que también protegen el medioambiente, evitando la contaminación producida por los desechos que muchas personas tiran en las calles y solares, lugares de donde ellos se abastecen.
Miguel Pineda, tiene 10 años en el rubro y comentó que es un negocio que cada vez se extiende más y sirve de protección para la salud de los habitantes.