La recién construida cárcel de máxima seguridad, conocida como “La Tolva”, ubicada en Morocelí, El Paraíso, recibió el sábado pasado 58 reos más. Con ello, ya son 2,000 presidiarios que tienen como inquilinos ese centro y “El Pozo I” de Ilama, Santa Bárbara.
A primeras horas del sábado, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), por pedido de autoridades penitenciarias, trasladó los presidiarios desde distintas cárceles.
Entre éstos figuran 18 convictos del centro penal de San Pedro Sula y dos mujeres que fueron llevadas hasta la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PN- FAS) de Támara.
Desde la Granj a Penal de El Porvenir, ubicada en La Ceiba, Atlánti- da, trasladaron a unos 15 privados de libertad, considerados de alta peligrosidad.
Asimismo, cinco hombres más fueron sacados del presidio de Tela y dos del centro penal de La Cei- ba.También, nueve presidiarios de la cárcel de Nacaome, Valle.
Los que guardaban prisión en Nacaome fueron identificados como Ángel Modesto Reyes Santos, Mártir Liborio Maldonado Chiri- nos, Francisco Isaac Oliva Sánchez, Edgardo Quiroz Herrera (alias “El Chino”) y Arnold Edgardo Jiménez Palma.
Además, Benigno Cisnado, Yanuario Canales Aguilar (alias “Incendio”), Johan Fernando Aguilar conocido con el sobrenombre de “El Mínimo” y Noel Abel Mo- rán (alias “Serapio”).
Sentenciados y procesados
No todos internos que son trasladados están con sentencia, ya que algunos solamente han sido procesados y están a la espera de un juicio oral y público.
Con esos 58 reos estarían sumando dos mil hombres internos en “El Pozo I” de Ilama, Santa Bárbara y en “El Pozo II” o “La Tolva” de Morocelí.

De acuerdo al Instituto Nacional Penitenciario, esas acciones tienen la finalidad de mantener el control en las diferentes cárceles, que en los últimos años se habían convertido en santuarios del crimen, pues desde las mismas se ordenaban todo tipo de delitos como extorsiones y sicariato.
Tales cárceles cumplen los estándares internacionales de seguridad y control, por lo que hasta los policías penitenciarios deben ser certificados para que no sean contaminados.
Dos muertos
Aún así, hace poco en “La Tolva” se registró dos muertes violentas y las autoridades no han esclarecido cómo es que en una cárcel de máxima seguridad los privados de libertad se matan entre sí y provocan daños a las estructuras recién construidas bajo los estándares internacionales.
Se trata de César Alejandro Chavarría (19) y Julio César Osorio Gordon (32), miembros de la pandilla La 18.
Desde septiembre de 2016 comenzaron con el traslado de los reos de mayor peligrosidad, particularmente de la pandilla La 18 y la Mara Salvatrucha13 (MS-13), con lo que, de acuerdo a las mismas autoridades, se ha logrado disminuir los índices delictivos en el país.