Cada año aumenta el número de jóvenes que ingresa al Centro Técnico Hondureño Alemán (CTHA). Los estudiantes prefieren carreras técnicas porque ponen a prueba sus aspiraciones y prepararse mejor para las pruebas de admisión de carreras como ingeniería.
A lo anterior se suma la ventaja de tener más oportunidades en el campo laboral. Diversifican sus conocimientos para optar a una plaza de trabajo antes de egresar de su centro educativo, lo que les permite también obtener ingresos para costear sus estudios superiores.
En la oferta académica del Técnico Alemán figuran el bachillerato técnico en electricidad, técnico en electrónica, técnico en refrigeración, técnico en mecánica industrial, técnico automotriz y estructuras metálicas.
Los aspirantes deben realizar un examen de admisión en octubre de cada año para poder cursar cualquiera de ellas; pero hay cupo solo para 270 jóvenes de 600 que llegan con el anhelo de superarse.
“Es el colegio emblemático de la ciudad, pero tenemos carencias porque la tecnología se desfasa muy fácilmente y la maquinaria ya está obsoleta. Buscamos alianzas con otras instituciones porque no recibimos ayuda del Gobierno. La institución se mantiene por aportaciones que dan los padres de familia”, señala el subdirector Melvin Lagos.
Innovación

Pensando en el futuro, las autoridades han previsto renovar el colegio con la carrera de mecatrónica y robótica. Esta última se puede incorporar en informática o electrónica, ya que el mercado laboral demanda capacitación en esas áreas.
Lagos dice que la mayoría de los estudiantes eligen carreras técnicas porque el área laboral está saturada por las tradicionales.
Agrega que, por los procesos de producción que tiene el país, las técnicas se están volviendo alternativas, debido al crecimiento industrial en la zona y demanda mano de obra calificada.
Refiere que el 87% de la población está ocupado por hombres; mientras, el 13% por mujeres que han decidido incursionar en áreas técnicas para tener más coyuntura de empleo.
Melanie Morales, quien cursa una carrera técnica en mecánica industrial en asesoría alemana, comenta que la misma le ha impactado, porque no solo los hombres pueden.
Ella ha logrado llevar sus clases prácticas sin inconvenientes, por lo que aspira a una ingeniería en la universidad.
De su lado, el instructor Fredy Hernández manifiesta que a pesar de las limitantes que tienen los jóvenes se destacan muy bien en las clases y tienen entusiasmo porque aseguran que la institución les da prestigio.
“Les damos un 50% de teoría y el otro 50% de práctica. Salen muy bien preparados”, asegura Gustavo Bení- tez, instructor del área automotriz.
La fórmula 50/50 es la más efectiva en la formación educativa de otros países centroamericanos. Por ejemplo, en Costa Rica, donde desde los centros de enseñanza básica hasta las universidades de mayor prestigio, la aplican.